Julián Cuesta siguió ayer los pasos dados antes por sus compañeros Ximo Navarro, Antonio Puertas y Juanjo Expósito y anunció su despedida del club tras cumplir el último año de contrato que le restaba. Al igual que los dos primeros, el guardameta granadino usó una red social para decir adiós a aficionados y empleados del club.

"Es el momento de marcharme de Almería y quería dar las gracias por estos años a todos los trabajadores del club, presidente, directiva, personal de oficina, delegados, utilleros, cuerpo técnico, cuerpo médico, a mis compañeros (...). Me gustaría agradecer a la afición que dentro y fuera he sentido su apoyo y han hecho que desde el primer día sintiera Almería como mi casa", escribía el arquero.

Su paso no ha sido ni mucho menos un camino de rosas (apenas ha disfrutado de minutos) y eso lo dejó patente en su carta, en la que únicamente personaliza en el preparador de porteros, Ángel Férez: "Por desgracia en el trabajo hemos vivido temporadas difíciles tanto colectiva como individualmente y me ha costado mucho el día a día, por eso agradezco a Ángel Férez que siempre ha estado ahí para hacerme el trabajo más ameno".

Muy querido dentro del vestuario rojiblanco (solo hay que ver que muchos futbolistas celebraban los goles acudiendo a su posición en el banquillo), Julián es el cuarto en anunciar su adiós y en breve podrían seguirle otros como Isidoro, Sereno, Azeez o Kalu Uche, mientras que el club valora seriamente prescindir de los servicios de Fran Vélez y de Pape Diamanak pese a tener contrato en vigor. El primero por su mala relación con la grada y el segundo por bajo rendimiento.