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Kalu, el que siempre aparece

  • El ariete nigeriano vuelve a tirar del carro con sus goles en un momento crítico

  • Pleno de forma a sus 34 años, sus dianas se antojan trascendentales para la permanencia unionista

Kalu Uche, aplaudiendo a su afición, se marcha del terreno de juego ante el Sevilla Atlético para que se incorporase Gaspar.

Kalu Uche, aplaudiendo a su afición, se marcha del terreno de juego ante el Sevilla Atlético para que se incorporase Gaspar. / JAVIER ALONSO

Sería de enorme injusticia centrar un triunfo en una figura por eso de que el fútbol es un deporte colectivo. Pero siempre hay brazos ejecutores -y si no que se lo pregunten a Leo Messi anteayer-. En una jornada en la que varios rivales directos habían hechos los rivales, el Almería estaba jugando sin red. No ganar era complicarse en exceso y Uche no quiso que la igualada inicial se prolongase demasiado. Un preciso centro de Quique en el 25'fue aprovechado por el nigeriano para materializar el primero de la tarde, una tarde en la que regresaba al once.

Con el de anteayer Uche suma dos tantos en su tercera etapa como futbolista unionista yendo a más. Llegó a finales de febrero, pero los ocho meses sin equipo le pasaron factura a la hora de hacerse un hueco en el equipo. Jugó 17 minutos repartidos entre los encuentros frente al Lugo, Huesca y Alcorcón antes de su actuación decisiva en Tarragona, plaza donde los de Ramis dieron un golpetazo encima de la mesa. Y lo pegaron en parte por un Kalu Uche que rayó a buen nivel. A un delantero no sólo hay que medirlo por los tantos, pero su gol en el feudo del Nástic sirvió para conseguir los tres puntos de tierras catalanas y demostrar que Kalu no estaba muerto.

Sus tres tantos del curso pasado, tras aterrizar en invierno, dieron nueve puntos vitales

Si en Tarragona disputó 76 minutos, ante el Zaragoza jugó 71, para desaparecer del once en Tarragona, volviendo a ser Quique González la referencia más ofensiva para Ramis, quien volvió a colocarlo entre los elegidos en el duelo ante el Sevilla Atlético, participando de nuevo en 76 minutos y anotando un gol que dan tres puntos trascendentales al cuadro unionista.

El estilo del delantero nigeriano puede gustar más o menos, teniendo también sus detractores, pero si la dirección deportiva lo recuperó para la causa en febrero, fue para estos goles decisivos. Repite el guión de la temporada pasada, cuando el africano aterrizó en la Vega de Acá en el mercado invernal procedente del paro. Ante el Bilbao Athletic le bastaron diez minutos para poner el 3-2 del triunfo en el 89', ante el Oviedo rompió la igualada en el 76' y ante el Mirandés abrió la lata en el 8'. Tres goles que valieron nueve puntos.

El pero se le tiene que achacar a la dirección deportiva, quien lo dejó escapar en junio para repescarlo a finales de junio, una decisión inexplicable y que desquicia a la afición rojiblanca porque deportivamente es complicado de entender que en julio no valiese y en febrero del año siguiente sí.

Sea como fuese, le ha salido un socio ideal a Quique González, aumentando la mordiente arriba junto a Fidel, Puertas y Pozo, máxime cuando Chuli, cedido en el Getafe, no estaba en su mejor momento. De hecho, los guarismos indican que mojó en ninguno de los once encuentros que jugó este ejercicio con la casaca almeriense. La temporada pasada el ex del Recre vio puerta en seis ocasiones, jugando 1.993 minutos y promediando un gol cada 332 minutos, por los 237' por tanto de Uche (tres goles en 713 minutos). Con Juanjo no se puede hacer comparación, puesto que aún no ha celebrado una diana como unionista en los 580 minutos, repartidos en tres encuentros de titular y quince de suplente.

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