El estadounidense Colin Edwards (Yamaha YZR M 1) tuvo que pulverizar el récord del circuito de Shanghai, que tenía en su poder el italiano Valentino Rossi (Yamaha YZR M 1) para conseguir el mejor puesto en la formación de salida del Gran Premio de China que se disputará hoy y para el cual el español Jorge Lorenzo (Yamaha YZR M 1) protagonizó una auténtica machada al conseguir el cuarto mejor tiempo.

Quizás en esta ocasión el apunte estrictamente deportivo quede en un segundo plano si se tienen en cuenta una serie de situaciones a las que ha tenido que hacer frente el doble campeón mundial de los 250 c.c. español, que llegó a China con muchas ganas de luchar por la victoria y defender el liderato del mundial todavía sin recuperarse plenamente de su intervención quirúrgica en el antebrazo derecho y en el primer entrenamiento libre sufrió una fuerte caída.

Aún se congratulaba, después de los últimos entrenamientos libres el piloto de Mallorca que, dada la gravedad de la caída, que podía haber tenido muchas peores consecuencias, no había sido para tanto y eso lo dijo sentado en una silla de ruedas para evitar al máximo caminar, pues tiene un tobillo roto y el otro con un fuerte golpe, además de fuertes dolores en el cuello y también en el hombro derecho.

Nada de eso fue obstáculo para que el piloto español asombrase a todos, incluso a sus rivales, cuando logró la cuarta plaza, por delante de su compatriota, que no amigo, Dani Pedrosa (Honda RC 212 V) y tras verle sufrir en la pista en no pocos momentos.

Jorge Lorenzo protagonizó un susto espectacular cuando al principio de los entrenamientos su moto comenzó a dar bandazos espectaculares que a punto estuvieron de descabalgarlo nuevamente y tirarlo al suelo, pero el piloto de Yamaha logró controlar la moto y, tras el momento de incertidumbre decidió entrar en su garaje para hacer unos cambios.