El Liverpool, pendiente de Fernando Torres pero con Steven Gerrard en plenas facultades, buscará hoy rematar su estrategia táctica hacia los cuartos de final frente a un Real Madrid confiado en sus capacidades para remontar en su primera visita al estadio de Anfield.

Aunque suene a cliché, el elemento geográfico del partido de mañana volverá a actuar previsiblemente como el duodécimo jugador del once local. "Anfield es fundamental", sentenció Rafa Benítez, aludiendo al innegable efecto que surte este estadio de Merseyside.

El técnico madrileño contará para la ocasión con su capitán en plena forma, un Gerrard que suele ser clave para la plantilla y que ya la pasada semana volvía a la acción tras dejar atrás una lesión.

En el ataque, el entrenador aún no ha tomado una decisión sobre su talismán goleador, el español Fernando Torres, que no pudo brillar en la ida, pero que confía ahora en ser titular tras recuperarse de la lesión producida en la capital española.

En la ida, a un Liverpool extremadamente conversador y defensivo le salvó un tardío remate de cabeza del jugador israelí Benayoun quien se convirtió en el héroe de la ida y que, paradójicamente, será baja hoy.

El Real Madrid tira de épica en Anfield. Un templo del fútbol. Un estadio que visita por primera vez, donde debe desafiar a la historia de la Liga de Campeones, para remontar el gol en contra ante el Spanish Liverpool.

El equipo de Juande Ramos está obligado a firmar una página histórica para no prolongar la maldición de octavos en la que está inmerso desde el 2005. Juande lo sabe y saldrá con todo para buscar la necesitada victoria. Tiene claro su equipo y como ocurrió en la ida, sólo hay un puesto vacante en el centro del campo al que optan Marcelo, Guti y Sneijder.