El Málaga, con todo a su favor para conseguir el ascenso, afrontará un difícil compromiso ante el Gimnastic de Tarragona, rival que se juega la permanencia y que lleva cinco jornadas sin conocer la derrota.

El equipo malagueño pudo enderezar la nave en el encuentro de la pasada jornada frente al Celta con una victoria agónica que le ha hecho distanciarse de la Real Sociedad, cuarto clasificado, en cinco puntos, una distancia que no resulta definitiva cuando restan seis partidos.

El Málaga tiene ahora dos encuentros como local, ante el Gimnastic y el domingo siguiente contra el Hércules, por lo que buscará apuntalar el ascenso, aunque primeramente piensa en el enfrentamiento contra el conjunto catalán, al que respeta por su pasado en Primera División y por la gran plantilla que posee.

El Málaga jugó en Vigo con numerosas bajas, al igual que para el partido ante el Nástic, ya que faltarán los lesionados Jesús Gámez y Salva Ballesta y el sancionado Eliseu Pereira, aunque este último fue convocado ya que el club blanquiazul solicitó al Comité Español de Disciplina Deportiva la suspensión cautelar.

Además hay otros jugadores que tienen problemas físicos, como el guardameta Iñaki Goitia y el defensa brasileño Weligton, pero estarán disponibles para el técnico Juan Ramón Muñiz.

El Gimnàstic de Tarragona llega a la Rosaleda con la necesidad imperiosa de ganar para salir de la zona de descenso y, sobre todo, porque una derrota, unida a los resultados de los rivales directos de la zona baja, le podría dejar a cuatro puntos de la salvación a falta de cinco jornadas. La buena noticia es la vuelta de Moisés García a la punta del ataque una vez recuperado de su lesión, igual que Antonio Calle.