Los españoles Dani Pedrosa y Jorge Lorenzo, el australiano Casey Stoner y el italiano Valentino Rossi competirán en el Gran Premio de Francia, el fin de semana próximo, por deshacer el empate a una victoria que cada uno lleva en las cuatro primeras carreras del Mundial.

Pedrosa (Honda) lidera con 82 puntos la clasificación del campeonato de MotoGP, seguido de Lorenzo y de Rossi (Yamaha), y de Stoner (Ducati) con 74, 72 y 56 puntos, respectivamente.

El español de Honda llega a un circuito que se le dio particularmente bien en su época de 250 c.c. y en donde en las categorías pequeñas se impuso en tres ocasiones, pero donde nunca ha ganado en la clase reina.

Pedrosa ha sido el más regular hasta ahora y ha subido al podio en las tres pruebas: tercero en Qatar, primero en España, y segundo en las dos últimas, Portugal y China.

Uno de los puntos de interés de ésta carrera estará en saber cómo se encuentra Lorenzo tras la caída que sufrió en Shanghai, en China, hace dos semanas, y en la que se fracturó sus tobillos.

Lorenzo no estará al 100 por cien, pero tras su gran carrera en la pista china es capaz de sumar su segunda victoria en MotoGP el año de su debut. El año pasado se impuso en la categoría de 250 c.c. en esta mítica pista.

Rossi, por su parte, viaja a Le Mans lleno de confianza y moral en sí mismo, como hace tiempo que no lo estaba y tras la sobresaliente carrera en Shanghai. Además, lo que es más importante para el campeonísimo italiano: la Yamaha y los Brigdestone parecen funcionar a la perfección cuando el campeonato afronta dos meses en los que se disputarán cinco grandes premios y alguno de los cuatro primeros podría quedar descolgado.

El transalpino tendrá en Francia la primera ocasión de igualar al español Angel Nieto en el segundo lugar de la clasificación histórica de victorias en grandes premios.

Nieto es el segundo tras Giacomo Agostini, con 129 victorias, y tiene 90 triunfos. Rossi logró en China su número 89.

El cuarto clasificado, Stoner y su Ducati, no pasan por su mejor momento, a pesar de que sus opciones de renovar el título permanecen intactas. Pero sea la Ducati o sea el entendimiento entre la máquina y piloto, el caso es que en cuatro carreras ha quedado claro que en 2008 el australiano no se va a dar el "paseo" que se dio la temporada pasada y que muchos vaticinaban al principio tras su victoria en Qatar.