La División de Honor retornará a nuestra capital tras quedar vacante de equipos almerienses, debido al descenso de Los Molinos a Liga Nacional hace varias temporadas. La U.D. Almería, con un equipo basado en el trabajo y la humildad, consiguió ayer hacer matemático el ascenso y ahora va en busca del campeonato.

El Motril no quería ser el convidado de piedra en la fiesta de los rojiblancos. Pero nada pudo hacer ante un conjunto que pasó por encima de los granadinos. El Almería, comandado por un excelente Abraham que marcó tres auténticos golazos, goleó a su rival y entró por la puerta grande a la División de Honor. Los nervios desaparecieron al descanso, cuando llegaron las noticias de que el Ronda había perdido contra el Imperio (2-1).

Una vez que el colegiado almeriense señaló el final del partido, se desató la locura sobre el césped del Estadio de La Juventud. Toda la plantilla se puso unas camisetas confeccionadas para el momento. Primero el preparador físico, después el entrenador Antonio Jesús y finalmente el delegado Pepe González, fueron manteados por los jugadores.

La fiesta se trasladó a los vestuarios y a los aledaños. Todos los jugadores se metieron en las duchas y comenzaron los cánticos. Las familias, esperando a sus héroes en los aledaños, les hicieron salir de la zona mixta.

Una vez fuera, champán y pasteles como colofón a la fiesta. Los cánticos no cesaron fuera. La División de Honor ha dejado de ser un sueño para convertirse en una realidad para el Almería.