Luis Miguel Ramis Monfort (Tarragona, 25 de julio de 1970) será el encargado de sacar a la UD Almería del pozo en el que se encuentra en las 13 jornadas que le restan a la competición liguera. El técnico catalán con pasado blanco se reunía ayer por la tarde con Alfonso García en las instalaciones de Urcisol, la empresa propiedad del presidente en la localidad de Águilas, y ambos alcanzaban un acuerdo.
El ex del Real Madrid Castilla firma para lo que resta de curso tras haber sondeado el club desde la destitución de Fernando Soriano otras alternativas de mayor caché que ofrecieron su negativa dada la delicada situaciónclasificatoria del equipo, penúltimo clasificado.
Ese problema ha provocado que la entidad se haya visto obligada a cambiar su discurso acerca del perfil de técnico perseguido, ya que Raúl Lozano, el día que se estrenaba como flamante director deportivo, dejó bien claro que buscaban alguien con sobrada experiencia en la categoría y que conociera bien la plantilla.
Ni una cosa ni la otra. Ramis apenas puede acreditar 23 partidos como experiencia profesional y ni tan siquiera dentro de la LFP, ya que el curso pasado se hizo cargo del filial merengue tras el ascenso al primer equipo de Zinedine Zidane y antes había dirigido a los conjuntos juvenil y cadete. Tampoco conoce en profundidad el actual plantel unionista.
Según ha reconocido en alguna entrevista, su filosofía de fútbol se basa en equipos que practiquen buen juego, pero dotados de mucha intensidad. Lo cierto es que en un Castilla con Marcos Llorente, Mariano, Mayoral y compañía no logró conseguir el ascenso a Segunda, meta marcada y por lo que no continuó. Suele acompañarse en su staff técnico de José Manuel Gil Delgado como segundo y de Juan Piñero en las labores de preparación física.
Se trata de un movimiento a la desesperada del club para intentar salvar los muebles, si bien el debut no será fácil para el tarraconense, al tener que estrenarse el domingo nada menos que ante el líder de la categoría de plata. Deberá superar además el buen sabor de boca dejado entre gran parte de la afición por el técnico de la casa, Fran Fernández.
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