El Ramón Sánchez-Pizjuán acoge un duelo entre el líder, el Real Madrid, y el segundo, el Sevilla, en el que buscan dar un golpe a la Liga en el cierre de la trilogía de partidos entre ambos en sólo 12 días y en medio de la crispación creada por la polémica con Sergio Ramos.

Este tercer choque entre hispalenses y madridistas, tras la eliminatoria copera de la que salió victorioso el conjunto blanco (3-0 en la ida y 3-3 en la vuelta), viene marcado por la polémica desatada tras los gestos desafiantes que el ex sevillista dirigió a una parte de la grada al celebrar el 3-2, tras haber sido insultado desde el inicio del partido por los ultras del Sevilla.

Los clubes han querido poner cordura ante tanta crispación y, aunque el Sevilla ha pedido a la Liga que denuncie a Ramos ante Competición y en su caso a la Comisión Antiviolencia por sus gestos en la celebración, ambos técnicos, Jorge Sampaoli y Zinedine Zidane, han abogado por el respeto y el espíritu deportivo en el deseo de una reconciliación que parece imposible.

El Sevilla es segundo a cuatro puntos del todopoderoso Madrid, aunque los de Zidane tienen un partido menos. La consigna de Sampaoli no puede ser otra que tratar de repetir el guión del último encuentro, pero con otro final, como único modo de seguir soñando con hacer algo importante esta temporada.

Recupera a los jugadores que reservó en la Copa: Mariano, N'Zonzi, Franco Vázquez, Sergio Rico, Pareja, Vitolo o Nasri (estos dos salieron tras el descanso), aunque pierde a Correa, lesionado el jueves. Es una incógnita si volverá a contar de inicio con sus últimos fichajes: el delantero Josevic y el central Lenglet.

Con el respaldo total desde el club a la figura de Sergio Ramos y los elogios de Zidane, quien lo considera "el jugador español más emblemático", el Madrid saltará al Sánchez-Pizjuán con el objetivo de aislarse del ambiente crispado, centrarse en lo deportivo y buscar un triunfo que signifique un nuevo paso firme hacia el título liguero, el gran objetivo del curso.

Salvó sobre la hora, cómo no, el récord absoluto de un equipo español de partidos sin perder, firmando el 40 consecutivo con el tanto de Benzema en el minuto 93 para el 3-3 definitivo en la Copa del Rey. Zidane espera un sufrimiento similar al del jueves pese a que recuperará a titulares indiscutibles a los que dio descanso.

Nada apartará del equipo al capitán Sergio Ramos, que liderará una zaga a la que regresan Carvajal en el lateral derecho y Varane como pareja del sevillano. También Modric volverá a tomar el mando del juego, y Cristiano Ronaldo formará en ataque con Benzema, que fue suplente y más tarde salvó el récord.

Con las bajas de Pepe y Bale, las malas noticias llegan para Zidane en la lenta evolución de sus problemas de Isco y James, que de nuevo estarán ausentes. Aumentan las opciones de minutos para Marco Asensio, que firmó una obra de arte en su gol copero, pero que verá cómo de inicio la recuperación de Lucas Vázquez lo deja sin sitio en el once.