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E Sky controla con la precisión del metrónomo

  • El equipo de Froome, el más fuerte del pelotón, marca los tiempos de cada etapa sin dejar nada al azar

El primer final en alto de la 72ª edición de la Vuelta a España confirmó que Chris Froome y su Sky están dispuestos a marcar con la precisión de un metrónomo los tiempos de la carrera y los compases que seguirán sus rivales.

Desde la contrarreloj por equipos con la que arrancó la competición en Nimes (Francia), el balance de Froome respecto a sus principales adversarios es positivo.

Todos coinciden en que el Sky trajo a la Vuelta su mejor nueve posible para ganar la Vuelta

Aquí, a la espera de que lleguen las primeras etapas realmente serias y con puertos largos, el británico lo tiene todo bajo su control y no deja nada al azar.

De sus rivales, el único que hasta la quinta etapa había podido reducir su desventaja era Vincenzo Nibali (Bahrain), pero acabó cediendo más de medio minuto.

El único que puede hacer albergar dudas al británico es Esteban Chaves (Orica), tercero en 2016, quien ha aguantado las dos embestidas finales con las que ha martirizado a sus adversarios en estos cinco días de competición.

Para más inri, Froome ha asumido un rol de líder de la carrera española, no sólo en el plano deportivo defendiendo el jersey rojo, sino en el más amplio sentido de la palabra.

Así lo hizo en Tarragona cuando en sala de prensa demandó a la UCI y la organización la necesidad de trasponer a la Vuelta la medida de los tres segundos en los sprints que ofrece una mayor seguridad y evita riesgos, sobre todo para los que están en la lucha por la general y no se meten en la pelea con los hombres más rápidos del pelotón.

En lo deportivo, todos coinciden en que el Sky trajo a la Vuelta su mejor nueve posible. En esta ocasión parecen dispuestos a añadir a su palmarés otra grande que no sea el Tour, el escenario en el que desde su irrupción en el pelotón han demostrado una y otra vez su poderío.

Además, su director de equipo, Nicolas Portal, afirmó en el transcurso de la carrera que ve a su pupilo incluso mejor que en Francia, algo que el propio Froome no ha ratificado con rotundidad al afirmar -"es difícil de saber", apuntó-.

En la castellonense Alcossebre llegaba el primer final en alto de la carrera española. Desde la salida de Benicassim los hombres de negro se han encargado de conducir el pelotón al ritmo que más les ha interesado en cada momento.

Cualquier ventaja por delante no fue más que un espejismo. Cuando quiso, el Sky puso la maquinaria a su máximo rendimiento para seguir manteniendo las cosas en su sitio y tener el control de la carrera. Otra vez.

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