A falta de confirmación oficial por parte de Unipublic, organizadora de la Vuelta a España, el recorrido para la edición de 2017 volverá a darle protagonismo a Almería. Desde 2009, ninguna etapa arranca o finaliza en la provincia. Y de golpe, en 2017 serán dos los días en los que la serpiente multicolor reptará sus carreteras. Jornadas decisivas para la clasificación general, pues la alta montaña es la única protagonista.

Está previsto que la primera de las dos etapas tenga su inicio en Águilas (Murcia) y termine en Sierra de los Filabres, casi con toda seguridad en Calar Alto (en torno a 150 kilómetros de recorrido), aunque está aún por determinar si el recorrido incluirá la subida al Alto de Velefique y algún puerto más, lo que la convertiría, sin duda, en una de las etapas más duras de La Vuelta, siempre con permiso de la que finaliza en el temido Angliru, que este año también regresa tras tres años de ausencia.

La segunda de las etapas tiene arranque previsto desde el desierto de Tabernas, aunque las negociaciones para cerrar el acuerdo no han terminado. La Vuelta suma varios años buscando la belleza estética en sus salidas y existe la posibilidad de que uno de los parques temáticos de la zona sea el lugar elegido. Falta que se materialice el acuerdo con la empresa. De no producirse, la capital será el escenario de firmas y salida. Los ciclistas discurrirán hacia el occidente de la provincia y la abandonarán para firmar otro brillante final de etapa en el pico Veleta (Granada).

Calar Alto se ha convertido, sin duda, en el puerto de referencia del ciclismo almeriense. Cada vez con más adeptos, basta con realizar la ascensión cualquier fin de semana, no importa que el tiempo sea frío, para encontrarse a un buen grupo de ciclistas realizando la ascensión. Pero también se ha hecho importante para la Vuelta a España. El puerto ofrece hasta cuatro ascensos distinto, aunque el más famoso es el que se encara por su zona sur y parte desde Gérgal. La subida, de algo más de 22 kilómetros, presenta una pendiente media del 6,3% y un desnivel de 1.400 metros. Sin duda, uno de los puertos más complejos de todo el territorio nacional.

Por la cara norte se encuentra el ascenso desde Tíjola. Es una subida irregular que esconde cinco kilómetros a más del 9% del pendiente y más de 1.600 metros de desnivel acumulado. En la misma cara está presente la subida por Serón y Las Menas. El inicio y el final esconden sus dificultades. La subida más tendida es la que se realiza por Aulago, aunque esta parece estar descartada. Casi con toda seguridad, el recorrido que parte desde Gérgal, como ya sucediera en 2004 y 2006, sea el elegido por Unipublic.

El último ganador de etapa coronando en Calar Alto fue el ciclista de Euskaltel-Euskadi, Igor Antón. Dos años antes había hecho lo propio Roberto Heras, en las filas de Liberty Seguros. La última vez que se subió Calar Alto, en 2009, no fue final de etapa. Esta vez terminó en el Alto de Velefique, donde se impuso Hesjedal.