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El año que viene más y ¿mejor?

  • Histórico El Almería logra la mejor clasificación de su historia al acabar en octava posición con 52 puntos Quinta fuera Los goles de Felipe Melo, Albert Crusat y Paunovic facilitaron el quinto triunfo de la temporada como equipo visitante

El Almería se impuso por 1 a 3 y no pudo poner mejor broche final a una temporada de ensueño en la que los almerienses, debutantes, no han pisado en ninguna jornada los puestos de descenso a Segunda División, han llegado a mirar a las posiciones europeas y, finalmente, han concluído su participación en una meritoria octava posición, mejorando los registros de la Agrupación Deportiva Almería de hace tres décadas.

El conjunto rojiblanco ha acabado la liga con una cifra espectacular de 52 puntos, quedando por delante de equipos como Deportivo de la Coruña, Valencia o Athletic de Bilbao, y se irá de vacaciones con muy buen sabor de boca, ya que en el global del campeonato, el papel desarrollado ha sido de notable alto, rozando el sobresaliente.

La guinda a un año histórico se la puso con una victoria en la última jornada ante el Espanyol, un equipo en caída libre que sólo ha sido capaz de sumar 11 puntos de 62 posibles, con una racha negativa de resultados que le podría haber condenado al descenso si la liga hubiera durado unas cuantas jornadas más.

El de ayer no fue un partido bueno. Cuando dos equipos llegan al final de liga sin opciones ni aspiraciones de nada, cuando no hay la lógica tensión de los conjuntos que sí se juegan algo, ya sea por arriba o por abajo, el partido suele ser muy aburrido y más propio de solteros contra casados que de un encuentro entre profesionales.

Así fue durante todo el primer tiempo. Sin apenas ocasiones ni llegadas a las porterías contrarias, Espanyol y Almería se limitaban a ver la vida pasar, esperando a que el reloj llegara lo antes posible al final del encuentro. Era un partido tranquilo, soso, aburrido, en el que los dos grandes sobresaltos los pusieron Santi Acasiete, en el minuto 3, y Bruno Saltor, en el 12, al caer lesionados, aunque afortunadamente pudieron continuar jugando.

Tal era el aburrimiento generalizado que la afición local, muy desencantada por la nefasta segunda vuelta que ha realizado su equipo, empezó a cantar ¡Qué se besen! ¡Qué se besen!, mostrando su descontento por el espectáculo al que estaban asistiendo. El conjunto local se mostraba inoperante en ataque y el Almería empezaba a coger las riendas del partido y a tener sus primeras ocasiones.

Tras un disparo lejano de Bruno, la mejor ocasión del primer tiempo la tendría Negredo, que erró un mano a mano ante Kameni en el minuto 42. Sin embargo, sólo dos minutos después, el Almería haría valer su dominio y se adelantaría en el marcador tras un lanzamiento de falta de Felipe Melo que, tras tocar en Zabaleta, acaba en gol. La afición local, al igual que la almeriense el pasado domingo ante el Recre, aplaude el gol visitante y pita a sus jugadores. Unos pitidos que se transforman en bronca cuando ambos conjuntos se marchan al túnel de vestuarios.

Comienza la segunda parte con un Espanyol mucho más enchufado que tiene sus dos primeras ocasiones, por medio de Jonathan Soriano y Torrejón, y demuestra que intentará dar la vuelta al partido. Sin embargo, el Almería vuelve a golpear tras una excelente jugada entre Crusat y Negredo, que se la devuelve en la frontal de área, de pared, al extremo. El catalán se queda sólo ante Kameni y bate al meta por debajo de las piernas.

Con algo más de medio hora para el final del partido el Almería dominaba con comodidad el encuentro, pero Carlos García permite a su ex equipo atisbar una posibilidad de entrar en el encuentro. El central agarra claramente a su amigo Jonathan Soriano y Ayza Gámez no tiene dudas, señalando la pena máxima. Luis García pondría el 1 a 2.

El delantero asturiano, otro de los descartados por Aragonés para la Eurocopa, sería el que más peligro llevaría a la meta defendida por Cobeño. Una falta en la frontal del área, botada por García, la despeja de forma soberbia el meta madrileño. Los locales seguirían acercándose, pero los minutos pasaban y parecían incapaces de empatar. Además, para redondear la noche, Paunovic se unió a la fiesta rojiblanca y puso en el minuto noventa el 1 a 3 que cierra un gran año y da paso a la planificación del próximo.

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