Taekwondo 3 VI ITF World Cup

Un campeón de hierro y goma

  • El roquetero Joaquín Moreno sorprende en Budapest y se cuelga el oro en modalidad de tul y en combate preestablecido con Francisco Rafael González Martos

Un campeón de hierro y goma

Un campeón de hierro y goma

Pese a su bisoña cara y a que su cuerpo está en pleno desarrollo adolescente, Roquetas de Mar cuenta con un jovial campeón del mundo de taekwondo. Sí, se dice pronto pero impacta al escucharlo: campeón del mundo. Joaquín Moreno consiguió el título en la modalidad de técnica para cinturones negros. Con la edad mínima para competir, 14 años, y sorprendiendo a sus rivales, el roquetero pasó como vencedor las diez rondas de la competición, derrotando en la final a un contrincante de Nueva Zelanda, para proclamarse flamante campeón del mundo ITF.

Es el primer título internacional que consigue Joaquín, que antes había destacado con numerosos títulos de ámbito nacional y autonómico hasta que consiguió hace unas semanas la meta más alta a la que puede aspirar en la competición. Dos fueron las alegrías que dio el roquetero en Budapest, al hacerse con el oro en la modalidad de tul y en combate preestablecido con su compañero Francisco Rafael González Martos.

"Fue alucinante, sólo existen sinónimos de esta palabra para describir la competición. Me llevo una experiencia del Mundial única en la vida, nada más que por el simple hecho de estar allí, mirar a los equipos nacionales, hablar con ellos, el cambio de ambiente, de idioma... hacen de este viaje algo inolvidable. Además, la sensación de representar a tu club a semejante nivel es un sentimiento que te inunda de satisfacción y hace de la competición algo muy diferente a lo que se está habituado a nivel nacional", dice el componente del Club Hana Roquetas, que es consciente de lo mucho que ha aprendido junto a sus compañeros: "Desde que empecé en el gimnasio, hemos vivido mucho juntos, y sobre todo estos últimos meses, hemos echado muchas horas de entrenamiento. Lo mejor del taekwondo, aparte del arte marcial en sí, es la relación entre compañeros. Somos una gran familia, los amigos que he hecho serán para toda la vida. Indudablemente Paco (su compañero de preestablecido) es uno de ellos".

Pese a su juventud, Joaquín tiene muchas tablas cada vez que se sube al tatami. No le tiemblan las piernas, ha estado ya en muchos campeonatos demostrando que tiene bien ganado el cinturón negro que luce en su cintura. "Estaba un poco inquieto, pero apenas me encontraba nervioso. Me encontraba muy concentrado, seguía mi pequeño ritual antes de entrar; pienso en algunas cosas, especialmente en una que me motivaba a seguir adelante, pero es secreto de competidor. Hice lo de siempre, ir a por todas, y que el destino fuera quien decidiera", y decidió que se subiera a lo más alto del podium para dar comienzo a la fiesta: "Lo primero que hice fue pensar en todo lo que había pasado para llegar allí y justo después corrí a abrazar a mi entrenador. A partir de ahí, todos me empezaron a felicitar, recuerdo llamar al maestro y hablar con el justo al salir del tatami. Tengo las medallas encima de la mesa de mi habitación a la espera de ser enmarcadas".

Pero además de ser un deportista de tomo y lomo, Joaquín no descuida su formación académica. "Siempre hay tiempo para lo que a uno le apasiona. Ahora mismo llevo mis estudios, los entrenamientos, también soy músico amateur de forma autodidacta y estudio de forma extraescolar inglés y alemán", un auténtico todorretero de la vida, que da un consejo fundamental para todos los chavales de su edad: "Para los que se excusan en no tener tiempo por los estudios para no hacer lo que les apasiona, deben saber, que lo hay para todo lo que se quiera hacer en esta vida. Es un camino duro, pero merece mucho la pena".

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