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El hijo del frutero

  • Fran Fernández podría cumplir en Lugo el sueño de dirigir al primer equipo en la LFP

  • Su padre le 'prestó' un riñón

El hijo del frutero

El hijo del frutero

A veces los sueños se cumplen y Fran Fernández, el hijo de Paco el frutero, está a solo unas horas de poder realizar el suyo particular, dirigir a un equipo de élite en la Liga de Fútbol Profesional. Todo dependerá de que el Almería cierre o no al nuevo inquilino del banquillo antes de emprender rumbo a Lugo, siguiente cita del particular 'vía crucis' rojiblanco a domicilio durante el curso.

¿Y quién dice que el entrenador del filial no podría acabar con ese mal fario? Miguel Rivera ya estuvo cerca de ganar en Gerona el curso pasado. A ilusión y ganas seguramente no le gane nadie desde que el martes Raúl Lozano lo citase a su despacho para darle formalmente las riendas del primer plantel hasta nueva orden.

Con raíces zapilleras, Fran fue campeón andaluz alevín, aunque no llegó a la élite

Es Fran ese tipo de técnico curtido en el fútbol canterano almeriense, que conoció bien en su etapa de aguerrido carrilero diestro y central, según requiriesen las circunstancias. Fue campeón andaluz alevín recién inaugurado El Arcángel cordobés, y aunque como tantos otros no alcanzó el profesionalismo, el fútbol iba en las venas y mientras ayudaba a la familia en La Casa de las Frutas (negocio zapillero del que dan ganas comerse el escaparate cuando se transita por la puerta), Fran fue preparándose el curso de entrenador nacional.

Hizo las 'pasantías' en el Poli Aguadulce y luego fue requerido por la AD Parador antes de llamar la atención de las bases unionistas, donde tras dirigir a varios equipos de categorías inferiores, el verano pasado accedía al banquillo del B para comandar la transición tras el descenso al grupo IX de Tercera.

Hombre de fútbol emparentado con los Berenguel, Fran pertenece a esa generación de los 80 nacida con la transición ya asentada y educada sin rémoras del pasado por congéneres que dejaron las frustraciones propias al margen y volcaron en sus hijos todos los anhelos vitales que su época no les permitió desarrollar.

En el caso de Fran habría que afirmarlo de forma literal porque si su madre le dio la vida, su padre se la prolongó en uno de esos gestos que solo un padre puede hacer por un hijo: donándole un riñón. Uno de los dos órganos le falló de forma prematura y los médicos le comentaron que siendo tan joven no era aconsejable castigar mucho al otro, por lo que en un gesto de solidaridad inabarcable, el padre le prestó uno propio.

En el Anxo Carro podría darse un cuerpo técnico netamente almeriense con Fran al frente, Morales de auxiliar y Pardo en la preparación física. Por si se da la ocasión, Fran ya citó ayer al entrenamiento a Gaspar Panadero, debutante con Francisco y goleador con Soriano, por si tuviera que darle carta blanca. Por corazón no va a faltar; por riñones, tampoco.

Fran Fernández consulta el reloj en la sesión de ayer en el anexo.

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