Gabriel Ramón Florit siempre ha mantenido la cabeza fría. Fue el primero en decir que no se había conseguido nada después de vencer al Guadalajara y tener siete puntos de distancia sobre el descenso, y ha repetido ahora su mensaje después de la mala racha de los roqueteros.

"Todos nuestros partidos son finales yse puede fallar con cualquiera. Sé que después de una derrota los ánimos están mal", pero aboga por olvidarse cuanto antes del mal encuentro frente al Portuense porque "hay que tener el pensamiento de que se puede ganar en Cuenca", dice.

Pese a las tres derrotas de manera consecutiva en el tramo más importante de la temporada, el Roquetas continúa tres puntos por encima del descenso. "No vamos a tirar la toalla por estos fallos. A estas alturas, si no recuerdo mal, en la primera vuelta teníamos un punto menos [dato cierto porque los rojillos acumulaban seis puntos tras jugar con el Portuense y ahora han conseguido siete]. La liga nose termina aquí. A los hombres se les ve cuando las cosas van mal. Cuando van bien, todos se suben al carro", apostilla el entrenador, que confía en su plantilla para revertir la situación.

Respecto a los pitidos y los gritos de "fuera, fuera" que se escucharon el sábado en algunas fases del encuentro, Ramón Florit dice que provienen de un "sector minoritario", pero que hay que "respetarlos".