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Cuatro ingredientes básicos: devoción, pólvora, convivencia y hospitalidad

  • Fiñana celebra hoy las fiestas del patrón con una procesión que se prolonga hasta la madrugada · La salida, a las 19:30 horas y la batalla de cohetes empieza entonces

Ha llegado uno de los días del año más esperados para cualquier fiñaneros, tanto para los que residen en el pueblo como para los que hoy regresan para estar con los suyos. Con apenas tiempo de recuperarse de las fiestas de navidad, y tras celebrar San Antón el martes, la localidad festeja a lo largo del día la onomástica de San Sebastián. Es una celebración que aúna lo religioso y lo laico, repleta de costumbres. En esa mezcla niños, jóvenes, mayores y adultos encuentran un atractivo para vivir una noche diferente en la devoción, la convivencia entre la familia y amigos, la hospitalidad con el visitante y una fiesta de pólvora se dan la mano.

Para los vecinos esta fiesta tiene como plato fuerte la procesión en honor al patrón. La salida del santo está prevista para las siete y media de la tarde. "La salida no pasa inadvertida a ningún fiñanero, esté donde esté, y ese momento es el que personalmente a mí más me gusta", declara el alcalde de Fiñana, Alfredo Valdivia. "Esa sensación tiene que ser vivida para comprenderla", subraya.

Cuando la imagen asome por la puerta de la iglesia parroquial comenzará la primera de las muchas tracas que se lanzarán en una noche larga para todos. Y es que todos saben cuando empieza el recorrido, pero nunca cuando termina. Bueno se sabe que en la madrugada del 21 de enero.

Los cohetes son una de las piezas esenciales de estos festejos. Cada año son más de 20.000 las unidades que se lanzan al cielo. En concreto, el pasado año se lanzaron alrededor de 24.000. En la cantidad de cohetes que se tiran está una de las diferencias de las fiestas de ayer y hoy, aunque la mayoría son ofrendas de los vecinos, que ofrecen al santo docenas de cohetes para mostrarle su devoción y agradecerle o pedirle alguna que otra cosa.

Curioso también resulta, quizá no para los propios fiñaneros, aunque sí para los visitantes, el hecho de que cualquiera puede entrar en aquellas casas que mantienen sus puertas abiertas esperando el paso del santo.

Aquí agasajan como mínimo con unas rosas (palomitas de maíz) y un vaso de mosto (vino casero). "Son elementos imprescindibles", informa el alcalde, pero la invitación suele complementarse con zaramandoña -plato típico- y los embutidos caseros, realizados semanas atrás en la clásicas matanzas.

Esta noche, los fiñaneros volver a vivir "unas fiestas que se mantienen en su esencia a lo largo del tiempo: el puñao de rosas y un vaso de mosto, la zaramandoña y los embutidos, la alegría y el jolgorio", destaca Valdivia.

"Esto siempre ha estado garantizado y año tras año se repite, al igual que el excelente trabajo de la Banda de Música Municipal actual y todas las demás que en los años pasados han trabajado igual de bien", concluye el regidor.

Por tanto, aquellos que no tengan un plan para esta noche están invitados por parte del Ayuntamiento a conocer in situ la riqueza de las fiestas de San Sebastián en Fiñana, un pueblo de la comarca del Río Nacimiento al que se accede desde la Autovía A-92, dirección Granada. Eso sí, cojan algo de abrigo pues de noche el frío aprieta y más después de las nevadas caídas estos días atrás.

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