la consulta del especialista

Me luxé un brazo, no la pierna

Reconozco que hace tiempo que tenía ganas de escribir sobre uno de los atletas más impresionantes que he visto, Kilian Jornet. Sinceramente, no me explico la capacidad sobrehumana de este atleta. Hace poco le vimos subir corriendo el Everest. Sí, han leído bien, subir corriendo el Everest por su cara norte, pero no una sino dos veces y lo hace con la misma cara de sufrimiento que el que saca el perro en el parque. La capacidad física debe ser estratosférica pero la mental, ésa es digna de estudio. Recientemente tuve oportunidad de charlar con Richi Serrés, psicólogo y preparador mental de Jornet. Él también disfrutaba viendo la capacidad física pero sobre todo, la fuerza mental de Kilian. "Es un tipo que no sufre, directamente pone el piloto automático y se aísla en su mundo. Es capaz de imaginar y concentrarse en cosas que están a kilómetros de allí, de tal manera que no se concentra en el dolor de piernas, el frío o la sed. Se pone pequeñas metas como alcanzar una colina, o llegar al siguiente arbusto, nada a largo plazo" afirmaba Serrés. Ése quizás sea uno de los éxitos de Kilian, tener entretenida la mente mientras sufre su cuerpo.

Kilian Jornet añadió el pasado fin de semana una página más a su historial repleto de proezas: la cuarta victoria en la Hardrock 100, una carrera de 100 millas, unos 160 km, en Colorado, con nada menos que 20.772 metros de ascenso acumulado y un techo imponente, el Handies Park, de 4.218 metros. Una de las cimas del Sky Running a la que solo acceden 140 atletas por sorteo y en la que, por ejemplo, el propio Kilian tuvo que esperar tres años para poder participar. Desde entonces la ha ganado cuatro veces, la más impresionante la última y no por un motivo sin importancia: venció pese a que se le luxó el hombro izquierdo a unos 140 km de meta. Se lo colocó él mismo, puso el brazo en un cabestrillo, inmovilizándolo al máximo, y así se mantuvo en cabeza hasta el final, pese al dolor. "Al principio el dolor era muy fuerte, luego se alivió durante gran parte de la carrera para volver a hacerse más intenso al final. Sólo es un hombro, no es una pierna, podía correr, suficiente para mi" comentó al finalizar la carrera que tardó algo más de 24 horas en completar. Es impresionante ver la imagen de Kilian con el brazo izquierdo en cabestrillo y el derecho empuñando un bastón, subiendo una cuesta inmensa y además, sonriendo. No me quiero ni imaginar el dolor. Este tipo no es normal.

¿Por qué es tan frecuente?

A la estabilidad de la articulación glenohumeral contribuyen:

a) Elementos estabilizadores estáticos:

-Las superficies articulares de la cabeza humeral (de gran tamaño) y de la cavidad glenoidea (de pequeño tamaño, plana y situada en retroversión, es decir, con la carilla articular orientada hacia atrás). La articulación glenohumeral que es como llamamos a la del hombro, se asemeja a la disposición de una bola de golf sobre el tea que la soporta. Es muy grande la superficie de la bola respecto a la base de sujeción; con cualquier mínimo movimiento, la bola se sale. A menos que haya un aparato ligamentoso que envuelva y estabilice la articulación.

-El labrum glenoideo es como el reborde contra el que topa la cabeza humeral al realizar los movimientos de rotación del hombro, evitando que se salga de la articulación. Aumenta la profundidad de la cavidad glenoidea y sirve de continuidad con la cápsula articular. En él se insertan los ligamentos glenohumerales que se encargan de estabilizar la articulación. La desinserción de la mitad antero inferior de esta estructura se denomina lesión de Bankart.

-Cápsula y Ligamentos. Los ligamentos coracohumeral, glenohumeral inferior, superior y medio, controlan los movimientos excesivos de traslación de la articulación. Se pueden romper tras una luxación de hombro o dañar por microtraumatismos de repetición por el deporte.

b) Elementos estabilizadores dinámicos:

-El manguito de los rotadores actúa como estabilizador. Son los músculos que se insertan en la cabeza humeral y son los responsables de la movilidad, Además, desciende la cabeza del húmero durante la separación del brazo. Su rotura somete a los ligamentos a mayor esfuerzo y recíprocamente. Cuando los ligamentos no estabilizan, es este músculo el que debe hacer un trabajo extra, sobrecargándose y provocando un desgaste que con el tiempo acaba en rotura.

-El tendón largo del bíceps evita la traslación superior y anterior de la cabeza del húmero durante la abducción y rotación externa.

En la parte anterior del hombro existen unos refuerzos de esta estructura, los ligamentos glenohumerales que dejan una zona de debilidad natural, como en las lesiones de los lanzadores de béisbol, jugadores de voleibol o de balonmano o una luxación franca. La inestabilidad se produce cuando existe un traumatismo que cause un desplazamiento de la cabeza humeral fuera de la articulación con la superficie de la glenoides, dañando los ligamentos glenohumerales y labrum, provocando dolor e impotencia funcional.

Cuando el hombro se luxa con frecuencia, los ligamentos no son capaces de estabilizar la articulación por lo que el hombro se "sale" con frecuencia, incluso durmiendo o haciendo gestos básicos como peinarse o nadar.

Tipos de luxación

-Luxación anterior: Es el tipo de luxación más frecuente. La cabeza humeral se desplaza por delante de la cavidad glenoidea, rompiendo el labrum y los ligamentos y desplazándose fuera de la misma. Suele deberse a una caída sobre la mano extendida o a un tirón del brazo. Los músculos que rodean la articulación, sufren una contracción tan severa que provocan un dolor intenso e impotencia funcional. Otra manifestación llamativa es el Hombro en charretera que se manifiesta como una "depresión en hachazo" por debajo de los huesos del hombro. El brazo con el hombro luxado aparece típicamente sujetado por la mano contraria ya que cualquier pequeño movimiento supone un dolor increíble. Es la que se ha producido Kilian con su caída.

-Luxación posterior: Es frecuente en ancianos, pero hay que sospecharla especialmente cuando el paciente presenta dolor en el hombro tras un ataque epiléptico o cuna descarga eléctrica. Es muy importante la sospecha diagnostica y la radiología para el correcto diagnóstico.

El diagnóstico es inmediato ya que la sintomatología es muy característica. Hay que reducir la luxación para lo que hay numerosas maniobras. Debido al dolor y si el paciente es muy musculoso, puede resultar realmente difícil la reducción, por lo que hay que relajar al enfermo lo que contribuirá a facilitar la tarea. Es ocasiones hay que realizar una sedación para que la musculatura se relaje. Es importante realizar una Rx simple y una RMN del hombro para valorar las estructuras dañadas y comprobar si hay alguna fractura asociada.

Dependiendo de la edad, la actividad laboral, los hallazgos de la resonancia, se plantea la posibilidad de operar y reparar las estructuras dañadas, u optar por tratamiento conservador mediante un cabestrillo. En pacientes activos de alta demanda, menores de 45 años y con lesión de ligamentos principales, se recomienda la reparación de los ligamentos mediante artroscopia de hombro; el tratamiento consiste en reanclar mediante arpones, las estructuras avulsionadas. El plazo de recuperación, entre 3 y 4 meses.

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