Deportes

La semana de la traca final

  • Tras la segunda jornada de descanso, la carrera más igualada de la historia se decidirá en el Galibier, el Izoard y en la crono de Marsella

El grupo de favoritos durante la subida del domingo al Col de Peyra Taillade.

El grupo de favoritos durante la subida del domingo al Col de Peyra Taillade. / JEFF PACHOUD / efe

El Tour pasó la segunda jornada de descanso con todas las incógnitas por despejar, la general más ajustada de la historia y una tercera semana por delante decisiva que incluye los Alpes, con el Galibier y el Izoard como grandes colosos, y la crono de Marsella, de donde saldrá la foto final del podio.

Más emoción imposible. La carrera llega viva a su semana grande con los seis primeros de la general en poco más de un minuto, algo inédito en la historia de la ronda gala. Al frente, y aún favorito, Chris Froome (Sky), un líder que no ha mostrado la superioridad de otras veces. Esta circunstancia anima al grupo de opositores encabezada por el italiano Fabio Aru (Astana), que está a 18 segundos; y por el francés Romain Bardet (AG2R), a 23; mientras que también mantienen sus opciones el colombiano Rigoberto Urán (Cannondale), a 29 segundos del birtánico; y el irlandés Dan Martin (Quick Step), a 1.12.

En la misma frontera, sexto, y mejor español, aparece Mikel Landa, el hombre que protagoniza el debate en el Tour por haberse mostrado más fuerte que su jefe de filas, Chris Froome, a quien le debe pleitesía a pesar de que el vasco anhela el podio en su último año en el Sky. Landa quiere volar solo y eso lo dejó claro en el hotel de descanso, en las afueras de Le Puy-En-Velay: "No volveré a ser segundo en ningún equipo".

Los citados serán los hombres que se jueguen las plazas del podio. No entran en los pronósticos dos grandes nombres que se presentaron en la salida de Düsseldorf con grandes aspiraciones: el colombiano Nairo Quintana (Movistar), víctima del cansancio del Giro de Italia (a 6.16 minutos en la general) y Alberto Contador (Trek), mermado por las caídas (a 6.37). "Sin esas caídas", dijo el madrileño, "ahora mismo creo que estaría luchando por el maillot amarillo".

Todo está en un puño, porque cada etapa de la segunda semana haya sido un rosario de sobresaltos. Se ha visto al líder ceder tiempo en La Planche des Belles Filles y sufrir lo indecible en Peyragudes. Pero el Sky sigue imponiendo mucho respeto y quemará las naves en los Alpes para sujetar las ambiciones de los rivales. Froome cuenta con Landa como referencia táctica de primer nivel para atar en corto a Bardet y su AG2R, el único equipo que ha puesto en apuros al todopoderoso conjunto británico.

Y es que queda por delante mucha montaña, jornadas de perfil escarpado y traicionero y una crono que peude defirnor el podio. El ascenso al Galibier, antesala de un vertiginoso descenso hasta Serres Chevalier (el miércoles), y la meta en el Izoard y sus 2.360 metros sobre el nivel del mar (14 kilómetros de subida al 7,3% de desnivel) un día después marcarán el paso por los Alpes y la general. Si quedase para entonces algo en el aire aún, el sábado los 22,5 kilómetros contra el crono en Marsella, esencialmente planos pero con el ascenso a la basílica de Notre Dame de la Garde de poco más de un kilómetro y con pendientes de hasta el 18%, decidirán la foto de París.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios