Economía

La UE estudia una revisión de la presión fiscal sobre el alcohol que ayude a los productores

  • Estima que disminuir los impuestos que gravan su venta serviría también para desincentivar el fraude y el contrabando

Bebidas alcohólicas expuestas para su venta.

Bebidas alcohólicas expuestas para su venta. / Archivo

La Comisión Europea lanzó ayer una consulta pública para explorar cómo modernizar las normas sobre el impuesto especial para bebidas alcohólicas, con el objetivo de aligerar la carga sobre los pequeños productores y también combatir mejor la venta de alcohol de contrabando, sobre el que los Veintiocho no recaudan nada. La consulta está abierta a las partes interesadas hasta el próximo 7 de julio y se enmarca en los trabajos del Ejecutivo comunitario para revisar una directiva que se aplica en los estados miembros sin cambios desde 1992.

Bruselas señaló recientemente la necesidad de normas que permiran "aligerar" las reglas para apoyar a los pequeños productores de bebidas alcohólicas y reducir los costes que soportan, así como de tomar medidas para luchar contra el peligro que supone la venta fraudulenta de bebidas.

La Comisión tiene un encargo de los estados desde diciembre para abordar cambios

Además, los ministros de Finanzas de la UE encargaron el pasado diciembre al Ejecutivo comunitario que explorara la situación del sector para preparar una posible propuesta legislativa, para la que aún no hay fecha, según fuentes de la Comisión.

La normativa comunitaria sobre impuestos especiales que se aplica al alcohol tiene por objetivo evitar distorsiones en el mercado único, garantizar una competencia justa entre negocios y reducir la carga burocrática para los fabricantes.

El sistema de gravamen define categorías de producto (cerveza, vino y bebidas fermentadas y alcohol y derivados) y establece la metodología para asignar la tasa, así como condiciones para permitir tipos reducidos o exenciones.

Los impuestos especiales son tasas indirectas sobre la venta y uso de productos específicos, previstos en el mercado de la UE tanto para elevar la recaudación de las arcas públicas de los Estados miembros como para controlar o moderar el consumo de determinados productos.

Esta consulta coincidió ayer con una nueva llamada del Fondo Monerario Internacional a que España eleve los impuestos especiales, entre ellos el que grava la venta y consumo de alcohol.

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