Economía

Los países de la UE llegan a un acuerdo sobre el control de las emisiones de los coches

  • Otorgan a Bruselas poder para sancionar a los fabricantes y refuerzan los controles, que seguirán siendo responsabilidad de los Estados

Los países de la Unión Europea (UE) acordaron ayer una posición común sobre el nuevo marco legislativo comunitario para el control de las emisiones contaminantes de los vehículos que propuso la Comisión Europea tras el fraude de Volkswagen.

Por mayoría cualificada, los estados miembros dieron luz verde al texto propuesto por Malta, que ejerce la presidencia de turno de la Unión Europea y que contempla, entre otros puntos, otorgar a la Comisión Europea (CE) poderes para sancionar directamente a los fabricantes que incumplan la normativa.

Los países coincidieron también en reforzar las pruebas de homologación de los vehículos, realizar controles a vehículos que ya están en el mercado e intercambiar información para estandarizar los tests en toda la UE.

Además, fijaron el número mínimo de controles para los Estados en uno de cada 50.000 vehículos registrados en su territorio el año anterior, con pruebas en condiciones de conducción real y no en condiciones óptimas de laboratorio.

El compromiso adoptado por el consejo de ministros de Industria de los países de la UE, reunidos ayer en Bruselas, servirá de base de cara a la negociación final con la Comisión Europea (CE) y la Eurocámara, y recoge también que sean los países los que cubran los gastos de las pruebas, que podrán gravar por ello a los fabricantes que requieran homologación.

Además, los países pequeños con escasos recursos podrán solicitar a otros socios comunitarios que se encarguen de los tests en su nombre y se podrán realizar inspecciones sorpresa en las fábricas automovilísticas.

La reforma legal avanza al tiempo que ocho países de la UE (Alemania, España, Grecia, Italia, Lituania, Luxemburgo, Reino Unido y la República Checa) se enfrentan a procedimientos de infracción del Ejecutivo comunitario, que les acusa de no haber controlado suficientemente a algunos constructores.

La nueva legislación, una vez aprobada, habilitará a la Comisión para poder sancionar directamente a las marcas que incumplan la normativa con una multa de hasta 30.000 euros por vehículo. Hasta ahora Bruselas solo puede sancionar a los países que no hubieran controlado adecuadamente a los vehículos a través de sus servicios nacionales de homologación. La nueva regulación persigue reforzar la independencia del sistema.

Lo que parece excluido es la creación de una agencia europea de homologación, de modo que seguirán siendo los países los que se ocupen de controlar y homologar los vehículos en su territorio.

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