La precampaña La iniciativa de Rajoy sigue sumando críticas

El Gobierno tacha de "xenófobo" el contrato para inmigrantes del PP

  • Rubalcaba desaprueba que Rajoy pretenda imponer deberes a los inmigrantes y se pregunta "quién va a establecer el catálogo de buenas costumbres" · El PP replica que su iniciativa busca "evitar guetos"

La propuesta de Rajoy de obligar a los inmigrantes a firmar un contrato de integración sigue sumando críticas. El ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, afirmó ayer que el "contrato de integración" al que se comprometió Rajoy, que incluiría la firma de un compromiso para cumplir las leyes, respetar las costumbres de los españoles, aprender la lengua y regresar a su país si durante un tiempo no encuentran empleo, tiene un "tufillo a xenofobia". El Gobierno se esforzó en alimentar la controversia sobre la nueva propuesta del PP: "¿Quién va a establecer el catálogo de buenas costumbres?", preguntó Rubalcaba. En opinión del también cabeza de lista del PSOE por Cádiz, los ingredientes para la integración son "Constitución, principios, valores y leyes". "Las leyes se cumplen, sin necesidad de contrato y son iguales para todos. No hay discriminación para unos y otros", insistió para desacreditar la medida del PP.

Rubalcaba instó por ello al PP a que diga "quién va a decidir las costumbres" que se pretenden que adopten los extranjeros. "¿Quién va a hacer el catálogo de buenas costumbres?, ¿serán las de Rouco o las de un agnóstico?", se preguntó Rubalcaba quien ve en esta propuesta una mala copia de la del presidente de Francia, Nicolás Sarkozy. "Alguien ha querido copiar a Sarkozy pero se ha ido por otro extremo", valoró.

Sobre su política migratoria, Rubalcaba señaló que hoy "somos muchos más eficaces" que cuando el PP estaba en el Gobierno.

En la controversia también tomó parte el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, que recordó que "lo que tienen que hacer los inmigrantes es cumplir las leyes, como todos". "Lo demás es absolutamente superfluo", sentenció. Zapatero subrayó que Rajoy "perteneció a un Gobierno que dejó en España 700.000 irregulares" y que por ello su gabinete impulsó una regularización extraordinaria. También habló el ex ministro José Bono quien irónicamente preguntó si la propuesta de Rajoy conlleva "que tengamos que hacer que a los inmigrantes les gusten los toros o que vayan a misa".

Mientras, Rajoy eludió valorar la medida pero fue la secretaria de Política Autonómica del PP, Soraya Sáenz de Santamaría, quien la defendió porque, dijo, busca "evitar los guetos y crear un clima estable de convivencia armónica". El popular Ignacio Astarloa dijo que es necesario trabajar en "ordenar" la inmigración y acusó al PSOE de querer "ocultar la necesidad de introducir ley, orden e integración".

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