Del fin de semana preelectoral, España ha salido metida de lleno en una crisis económica global, a tenor de las ofertas que el PSOE y el PP han lanzado para captar votos. Los socialistas la asumen para tapar su flanco más vulnerable, y los populares la agrandan para que el filón dé para mantener el empate técnico hasta el 9-M.

El reajuste fino y la desaceleración coyuntural han dejado paso definitivamente a una crisis pura y dura que afecta fundamentalmente a los bolsillos más débiles, para quienes llegar a fin de mes siempre ha sido una heroicidad, pero ahora, con las nuevas circunstancias económicas, se ven obligados, además, a dar un triple salto moral para cuadrar la precaria economía doméstica.

A ellos va dirigida la batería de propuestas económicas que PSOE y PP han anunciado este pasado fin de semana y en días anteriores, de Toma el dinero y vótame y Viva el superávit presupuestario. Rodríguez Zapatero anunció, en la III Conferencia Política socialista, que devolvería 400 euros a cada contribuyente, dejando libre de tributación a los mileuristas y de ahí para abajo. Rajoy se adelantó anunciando una rebaja del IRPF con 18 millones de eventuales beneficiarios (hasta Manuel Pizarro va a ganar 180.000 euros), y respondió anteayer al líder del PSOE con la promesa de crear 2,2 millones de puestos de trabajo y guarderías, muchas guarderías.

En otros comicios, a estas alturas de la cosa, los equipos de campaña afinaban lo suyo para dirigir sus mensajes hacia los indecisos, que nunca han sido tantos como para que se produjera un vuelco electoral, excepto quizás en 2004, cuando los atentados del 11-M provocaron una movilización de una parte importante de esta bolsa electoral, que, en verdad, procedía más del abstencionismo de izquierdas.

Ahora, sin embargo, la loca carrera fiscal que han emprendido el PSOE y el PP, tal como la ha calificado el candidato de IU, Gaspar Llamazares, pareciera que los cortitos de cartera, que son una mayoría absoluta holgadísima, coincidieran con los indecisos ante la cita del 9-M, con los indecisos por no saber qué hacer para llegar a fin de mes.