El agua, principal recurso en el consumo de la sociedad para el desarrollo económico y la supervivencia natural. En la actualidad se ha convertido en punto de mira de todas las administraciones, colectivos y ciudadanos, ya que por causas climatológicas en algunas zonas es más necesaria. El factor clave, su óptima gestión.

En esta línea, desde hace años han comenzado a tomarse mediadas para mejorar la redistribución de los recursos hídricos e incentivar el consumo responsable. Desde el Ministerio de Medio Ambiente, las principales propuestas se enmarcan en el Programa Agua (Actuaciones para la Gestión y Utilización del Agua), cuya premisa es que este recurso es, a la vez, un derecho y una responsabilidad, tanto para los poderes públicos como para los ciudadanos.

Los objetivos de este programa, para el periodo 2004-2008, se resumen en actuaciones dirigidas especialmente a la optimización de las infraestructuras, la depuración, reutilización y desalación del agua.

La Alianza por el Agua es otra iniciativa destacable promovida por el Ministerio de Medio Ambiente hace dos años. Ésta está integrada por empresas, ONG, administraciones públicas y centros de investigación, su principal objetivo es promover entre usuarios del agua de España y Centroamérica un sentido de solidaridad hacia un enfoque global de utilización del agua para conseguir dos retos: el consumo responsable y el acceso universal al agua, especialmente en los países cuyas condiciones son más precarias.

La Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía afronta la gestión de los recursos hídricos a través de la Agencia Andaluza del Agua, cuyas actuaciones en el periodo 2004-2008 se han centrado, sobre todo, en el abastecimiento y depuración.

La Agencia ha emprendido también una acción de concienciación. La exposición itinerante El agua, naturalmente recorrerá durante 11 meses todas las provincias andaluzas y la Exposición Internacional de Zaragoza 2008, con la pretensión de informar a los ciudadanos sobre la necesidad de cooperar modificando los hábitos de vida para que se pueda alcanzar un modelo de usos sostenibles de agua.

La responsabilidad de una gestión eficiente del agua no es 'obligatoria' sólo para las administraciones públicas. Son muchas las opciones que tiene la sociedad civil para ahorra el recurso hídrico en el desarrollo de sus ejercicios cotidianos. Los actos responsables pueden verse reflejados desde en la compra de electrodomésticos, pues los eficientes de clase A consumen un 60% menos de agua, la instalación de economizadores en los grifos que permiten un ahorro del 50%, a otras actividades en las que sólo se requiere un hábito y concienciación sobre la importancia del agua, así a la hora de ducharse en lugar de bañarse, en cuyo ejercicio pueden llegar a ahorrarse hasta 15 litros de agua al día o cerrar los grifos mientras una persona se lava los dientes o enjabona, ya que al no dejar correr el agua durante este tiempo pueden gastarse hasta 20 litros menos de agua en un día.

Agua hay, y si en un aspecto coinciden todos los expertos en la materia es en que la razón para que nadie carezca del recurso es economizando y optimizando su gestión.