Almería estará, al menos durante los próximos cuatro años, en el foco de la investigación mundial como centro de operaciones de un macroproyecto de innovación denominado Sabana, y que persigue la obtención de biofertilizantes y biopesticidas para la a la agricultura y la acuicultura, si bien es cierto que el cliente final no es solo el campo, sino que tendrá aplicaciones en ámbitos tan importantes como el alimentario o la generación de energía.

En definitiva, consiste en una línea de investigación por la que pasa buena parte del futuro de un sector tan importante como es el agroalimentario, al que dotaría de una mayor sostenibilidad, objetivo de cara a los próximos años y donde la Universidad de Almería.

Precisamente la UAL está acogiendo desde ayer la reunión que da comienzo a este proyecto en el que participan 50 investigadores de Alemania, Hungría, Bélgica, República Checa y España; y las empresas: Aqualia, GEA, KIT, la almeriense Biorizon, Algatech, Veronesi, Consorzio Italiano Bio-Gas y las universidades de las Palmas de Gran Canaria, de Milán y la húngara Széchenyi István.

El director del grupo de investigación de Biotecnología de Microalgas Marinas, Emilio Molina, presentó Sabana al mundo en la propia Universidad de Almería, donde será su campus el que lidere esta iniciativa a nivel europeo mediante la instalación de una planta demostrativa de las tecnologías desarrolladas, con capacidad para producir hasta 300 toneladas al año de microalgas y productos derivados. Productos que serán evaluados para su introducción en diferentes mercados, en lo que se espera que sea una plataforma de desarrollo para la biotecnología de microalgas en España y Europa.

Este proyecto incluye también la creación de un centro de investigación y desarrollo será un punto de colaboración y aprendizaje tanto para empresas como investigadores y estudiantes. La intención es que estos últimos también sean parte importante durante este tiempo y se formen de cara a su salida laboral en alguna de las empresas que participan en el proyecto. Se impartirán cursos de diferentes niveles, y se creará un servicio de acceso online a la información generada durante estos cuatro años. De esta manera, la UAL se convertirá en referente mundial de la formación de microalgas marinas.

En el acto de presentación de ayer intervino Kerstin Rosenow, jefa de la Unidad B2 Recursos sostenibles para la seguridad alimentaria y el crecimiento, Comisión de la UE; Frank Rogalla, director de Innovación y Tecnología FCC Aqualia; y David Iglesias, director general en Grupo Biorizon, quien aseguró este proyecto dará un importante salto cualitativo a un agro almeriense que siempre ha estado innovando y "con una vocación clara hacia la aceptación de nuevos productos o cambios".

La Universidad de Almería coordina este proyecto que cuenta con un presupuesto de 10,6 millones de euros y en el que colaboran empresas de gran relevancia, además de la Fundación Cajamar y diversas instituciones como el Instituto de Investigación y Formación Agraria Pesquera, Alimentaria y de la Producción Pesquera (IFAPA), la Consejería de Economía y la Consejería de Medioambiente y Ordenación del territorio de la Junta de Andalucía, y la Subdelegación del Gobierno y el Ayuntamiento de Almería.