Después de que la semana pasada la Asociación de Cosecheros-Exportadores de Productos Hortofrutícolas (Coexphal) mostrase su indignación ante los reiterados incumplimientos en las importaciones de tomate procedente de Marruecos, de los cuales la Comisión Europea tiene conocimiento y habiendo sido ratificados por la Oficina Europea de Lucha contra el Fraude (OLAF) desde 2007, el consejero de Agricultura y Pesca de la Junta de Andalucía, Martín Soler, respaldó ayer el derecho de la asociación a manifestarse.

"Coexphal insiste en el cumplimiento del acuerdo actual, es decir, en la vigilancia en las aduanas de las importaciones y exportaciones de países terceros. Es inaceptable que Marruecos y la Comisión incumplan el acuerdo, esto deslegitima tanto a Marruecos como a la propia Comisión para mejorar el acuerdo actual", declaró Soler.

Aún así, el consejero informó ayer de que en los últimos 15 días se han extremado las vigilancias, sobre todo en los controles de Perpignan y Marsella. "Hay más control sobre el tomate marroquí y está entrando el tomate que tiene que entrar. La presión y el trabajo en equipo funcionan".

En su visita a Almería, el consejero presidió la entrega de resoluciones de ayudas a 96 agricultores de El Ejido, La Mojonera, Roquetas de Mar y Vícar, que vieron afectados sus invernaderos, que suponen 89,8 hectáreas, por la tormenta de granizo caída el 25 de noviembre y que han decidido renovar las estructuras de los mismos. Las ayudas rondan los 4,4 millones de euros para una inversión total de 8,8 millones de euros.

Soler insistió en el carácter excepcional de estas ayudas para paliar los daños ocasionados por esa tormenta y destacó la rapidez con la que se han tramitado los expedientes, "en estos tres meses hemos realizado un esfuerzo de simplificación, solicitando exclusivamente la documentación necesaria para poder dar la ayuda con el mínimo trámite burocrático. Hemos cumplido los plazos que anunciamos para la resolución de los expedientes".

El consejero precisó que todavía faltan 12 expedientes por resolver por cuestiones ajenas a la Junta de Andalucía, pues los agricultores no han presentado la documentación requerida, así como otras 14 solicitudes fueron rechazadas por no cumplir los propietarios con Hacienda y la Seguridad Social, al mismo tiempo que 33 agricultores desestimaron las ayudas por considerar que sus explotaciones pasarían en breve a suelo urbanizable.

En este sentido, para adquirir las ayudas se fijaron unas condiciones para los agricultores: la formalización de un seguro agrario combinado, la instalación de un invernadero con unas mínimas características y el mantenimiento de la actividad agrícola durante cinco años. Además, mientras se otorgaban las ayudas a los agricultores, estos tuvieron la oportunidad de beneficiarse del acuerdo firmado por la Junta con Cajamar y Unicaja para la concesión de créditos a los propietarios de los invernaderos, representando la Junta el aval. En base a ese convenio, se han formalizado 23 expedientes con un volumen de los créditos concedidos por ambas entidades es de 2,8 millones de euros.

En la insistencia sobre la necesidad de modernizar los invernaderos para la mejora de la agricultura, Soler hizo alusión a la reorientación del Plan Renove para invernaderos, cuya presentación está prevista para este mes, dada la difícil situación económica, de manera que facilitar el acceso al crédito sea el elemento clave de su financiación.

Este plan, por el que se prevé modernizar unas 10.000 hectáreas de explotaciones bajo plástico, no se basará tanto en ayudas a fondo perdido, sino que se centrará en facilitar el acceso de los agricultores al crédito. Durante este mes se presentará al sector el modelo de invernadero que la Consejería entiende como óptimo, y tras el consenso con el sector se pondrán en marcha las líneas de colaboración oportunas.