Sin prisa pero sin pausa, el proyecto que lidera Cajamar Caja Rural para continuar ganando efectivos dentro del Grupo Cajas Rurales Unidas (CRU), sigue creciendo hacia lo que debe ser el objetivo final de incorporar bajo su paraguas a todas y cada una de las cooperativas de crédito que hay en la geografía española.

Con esta meta en el horizonte, la caja rural almeriense espera a que en los próximos días, dos cooperativas de crédito de Castellón, una de las zonas de expansión natural, por cercanía geográfica y por dar continuidad al proyecto ya consolidado en esta comunidad autónoma a través de la fusión con Ruralcaja, se decidan definitivamente a subirse a su carro.

Por un lado, Caja Rural Católico Agraria (Caja Rural Vila-real), que ya comunicó oficialmente el acuerdo tomado para iniciar la integración en el Grupo Cajas Rurales Unidas, celebrará Asamblea General Ordinaria el 15 de junio, en la que los socios deberán decidir acerca de la incorporación en el Grupo CRU.

Y por otro, Caja Sant Vicent Ferrer de la Vall d'Uixó hará lo propio con sus socios el próximo 20 de junio. En ambos casos, el resultado previsible es que la decisión de integrarse en Cajas Rurales Unidas salga adelante, con lo que se iniciarían los trámites con el proceso legal para que, una vez finalizada la integración tecnológica y operativa, la incorporación real y efectiva se produzca a finales de 2012.

Hace menos de un mes, el pasado 10 de mayo, Cajamar celebró Asamblea General Ordinaria en la que sus socios votaron a favor de la fusión con Caja Rural de Castellón, que también hizo lo propio, una operación con lo que la cooperativa almeriense sumó un total de 20 oficinas, 104 empleados, 18.145 socios y más de 60.400 clientes y que se reforzará en breve con estas dos cooperativas castellonenses.