Finanzas

Un desarrollo sostenible implica una gestión óptima de los recursos

  • La concienciación ciudadana para cambiar hábitos de consumo es la base para el empleo sostenible de los elementos naturales · Una de las principales claves es la generación de menos residuos

La gestión óptima de los recursos naturales conlleva un equilibrio y desarrollo sostenible en todos los ámbitos a largo plazo. No todos los elementos del entorno son infinitos, por lo que ligar el crecimiento económico al empleo desmesurado de los recursos de manera incontrolada puede desembocar en el caos. En esta línea, la estrategia de desarrollo sostenible de la Unión Europea destaca la necesidad de romper el vínculo entre crecimiento económico, empleo de los recursos y generación de residuos.

El sexto Programa de Acción Comunitario en Materia de Medio Ambiente para el período 2002-2012 establece como una de sus metas una mayor eficiencia en los recursos y una gestión de los mismos y de los residuos para asegurar modelos de producción y consumo más sostenibles, disociando de este modo el uso de los recursos y la generación de residuos y la tasa de crecimiento económico, para garantizar que el consumo de los recursos no exceda la capacidad de absorción del medio ambiente.

Los ámbitos de actuación que representan un mayor potencial para conseguir utilizar los recursos de una forma sostenible consisten en la utilización de tecnologías más limpias y eficaces capaces de producir con menor empleo de recursos y menor generación de residuos; también en el cambio de las pautas de consumo para ahorrar en recursos. Además, la utilización de una menor cantidad de recursos por unidad de producto fabricado, así como el aprovechamiento de los recursos contenidos en los residuos mediante una gestión racional de los mismos, evitando su eliminación y favoreciendo las opciones de valorización.

Entre las condiciones que se requieren para hacer posible el reto de un empleo más sostenible de los recursos se encuentra la más obvia, pero por ello, no la más fácil: mayor concienciación ciudadana, promovida desde las administraciones públicas, para cambiar hábitos actuales de consumo, y desarrollar individuos mas responsables y exigentes en asuntos ambientales.

En España, según publica el Informe del Observatorio de la Sostenibilidad de España de 2005, el crecimiento económico de los últimos años se ha producido a expensas de un empleo aún mayor de los recursos, por lo que no se ha conseguido la deseada disociación de las dos variables. Los indicadores muestran una superasociación entre el crecimiento económico y el uso de recursos (energía, suelos, agua) y degradación ambiental (en especial emisión de gases de efecto invernadero).

Los recursos naturales normalmente no se utilizan de forma directa, sino que requieren una transformación previa en productos y servicios mediante los procesos. La primera medida de importancia para el empleo racional de los recursos es pues un aprovechamiento eficiente en los procesos productivos de forma que se obtenga mayor cantidad de productos o servicios y se genere la menor cantidad de emisiones por unidad de recurso utilizado.

El último informe de 2007 emitido por el Observatorio señala entre los objetivos principales para la conservación y gestión de los recursos, especialmente relevantes en la provincia de Almería por la importancia en su economía, la regeneración de las superficies agrícolas abandonadas, el uso y gestión eficiente del agua en la agricultura, en el sector del turismo y en los hogares.

Gracias a las políticas que se llevan a cabo desde el Gobierno encaminadas al desarrollo sostenible, ya se han alcanzado metas en España como el aumento tanto en número de espacios naturales protegidos como superficie protegida, hasta alcanzar la cifra de 1.117 espacios y más de 5,1 millones de hectáreas, o la elevada calidad de las aguas de baño de los litorales que ha registrado sus mejores niveles en 2006.

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