Su nombre puede resultar aún desconocido pero su cara muy pronto será una de las más reconocidas y aclamadas de la cartelera. El hombre de acero aterriza en las salas de cine españolas el próximo viernes 21 de junio y las preguntas están en el aire. ¿Quién es el enigmático actor que se mete en la piel del histórico personaje de cómic? Su nombre es Henry Cavill y es natural de Jersey (Gran Bretaña). Tiene 30 años recién cumplidos y hasta hace bien poco era considerado uno de los actores más 'desafortunados' de Hollywood. No supera una década como intérprete y de las manos se le han escapado grandes papeles que han frenado su ascenso al éxito  internacional. Stephaine Meyer, la autora de la saga literaria Crepúsculo, lo recomendó para interpretar al famoso y romántico vampiro Edward Cullen, que finalmente catapultó a la fama a Robert Pattinson. Un personaje que finalmente no llevó a la gran pantalla por ser considerado demasiado mayor por el director de la película para el mismo, a pesar de que la escritora lo definió como "perfecto" para el papel. No es la primera vez que se topaba en su camino con su compatriota Pattinson, que unos años antes también le arrebató en el último momento el papel de Cedric Diggory en otra famosa saga, concretamente en la película Harry Potter y el caliz de fuego.

También rozó el puesto de Daniel Craig como agente 007, cuando éste sustituyó al veterano Pierce Brosnan. Y en esta ocasión por todo lo contrario, por ser demasiado joven para el papel. Hasta que le llegó la oportunidad de ser Superman en El hombre de acero. En cierta manera, Cavill parecía estar predestinado a encarnar este personaje, ya que fue quien se llevó el papel en las pruebas de casting que realizó para la adaptación que iba a rodar el cineasta McG en 2002, antes de que el estudio finalmente optara por cancelarlo y apostar por Superman Returns con Brandon Routh como protagonista. Henry debutó en el cine con 19 años con un papel menor y sus colaboraciones en el séptimo arte son numerosas. No obstante la popularidad le ha llegado gracias a sus trabajos en televisión en series como Los Tudor.

Convertirse en el nuevo hombre de acero, además de fama y dinero, ha dado al británico una anatomía de escándalo, pues para encarnar al superhéroe ha tenido que someterse a duras sesiones de gimnasio y a una estricta dieta que ha transformado su cuerpo por completo, convirtiéndolo en uno de los hombres con mejor torso y más deseados de la meca del cine. Un proceso que, según ha contado el propio Cavill, empezó medio año antes del inicio del rodaje de la película y se ha alargado durante todas las semanas de grabación. Cuenta que le costó adaptarse a la severa rutina de ejercicios que le llevaron a convertirse en el nuevo Superman y que los cambios en las comidas fueron muy bruscos. "Ha sido un proceso muy largo y complicado", ha asegurado el intérprete. Menos mal que todo lo compensa con los frutos de su trabajo y una espectacular transformación física, que seguro le abrirá muchas puertas del mundo de la moda y la publicidad. Su nombre ya está ligado a los suspiros de miles de mujeres en todo el mundo.

Algo tímido, de facciones perfectas y mirada azul penetrante, el actor se ha convertido en chico de portada, además de en uno de los solteros más deseados. Tras cancelar su compromiso con Ellen Whitaker, comparte ahora su vida con Gina Carano, actriz y ex luchadora de artes marciales.