Michael, que le retiró la palabra a su hija, Lindsay Lohan, al conocer que mantenía una relación con otra mujer, ahora está muy preocupado por su salud. A pesar de la delicada situación, Michael cree que puede comunicarse con su hija sin problemas, pues solo quiere saber si hay algo en su vida que no va bien. Su preocupación partía de las fotografías que varias revistas americanas publicaron en las que la imagen de Lohan aparecía deteriorada considerablemente al haber perdido varios kilos y posaba con un semblante muy serio. Acostumbrado a su gesto risueño, su progenitor pensó en principio que podría tener problemas alimenticios aunque también reconoce que la actriz había llegado a esos extremos otras veces derivados de su constante estrés y sus continuos viajes. Al final se ha dado cuenta que la 'culpa' del estado de salud de su hija es de su compañera sentimental, Samantha Ronson. Dina, la madre de Lohan , también ha manifestado públicamente su temor por la pérdida de peso de su hija e incluso ha bromeado diciendo que debería comer más a menudo en el McDonalds.