Cuando los fabricantes apuestan por el diseño en un coche, en numerosas ocasiones, el confort de marcha queda mermado.
Una línea de techo coupé, unas suspensiones incómodas… hacen que la experiencia de conducir un coche con carácter deportivo no sea particularmente favorable para el día a día.
Sin embargo, Audi ha demostrado que unir estas cualidades –combinar un diseño atractivo con un interior versátil y cómodo– es completamente compatible. Y lo ha hecho con el Audi A5 Sportback, una variante coupé del A4 que se caracteriza por sus cinco puertas –portón incluido– y porque es uno de los coupés más vendidos en España. Una vez que estamos dentro del modelo, lo primero que nos llama la atención es que es razonablemente amplio, principalmente en las plazas delanteras.
Su buena anchura –en torno a los 141 centímetros– y una gran altura libre al techo –alrededor de 101 centímetros– hacen que los dos ocupantes delanteros gocen de un gran espacio.
Detrás, las cotas son inferiores. Sobre todo en la altura libre al techo, una medida donde este A5 Sportback sólo ofrece 90 centímetros. Esto hace que las plazas traseras estén destinadas principalmente a niños.
A cambio, tenemos dos nuevas cualidades que son positivas. La primera es la existencia de puertas traseras, característica que facilita enormemente entrar y salir del vehículo. Y la segunda es el comodísimo portón que da acceso a un gran maletero. En este sentido, la capacidad de carga del A5 Sportback es buena –480 litros– y, además, bajo el piso del mismo existe una rueda de repuesto.
Para esta prueba, hemos escogido una variante mecánica bastante deportiva. Se trata del motor 2.0 TFSI de 252 CV. Es mecánica destaca por sus elevadas prestaciones y agrado de conducción. Es muy fina.
Además, si lo que buscamos es una mayor eficiencia, este A5 Sportback también nos puede dar grandes satisfacciones. Por ejemplo, en el modo Efficiency y circulando a cruceros legales en autopista, el motor gira por debajo de las 2.000 revoluciones. Asimismo, en el caso de que levantemos el pedal del acelerador, el motor entra en un ‘modo ahorro de combustible’ para girar al ralentí –unas 900 revoluciones–.
A favor
Siguiendo con las características más destacables de este modelo llegamos a la plataforma, la estructura sobre la que está realizado. Se trata de la MQB, un chasis que también incorpora el Audi A4. La llegada de esta estructura ha permitido que el vehículo no sea excesivamente pesado y que, además, el confort de marcha sea elevado. De hecho, este A5 Sportback ofrece una calidad de rodadura muy elevada. En este sentido, el habitáculo está bien insonorizado, algo que llama la atención ya que las ventanillas no tienen marco, y las suspensiones son firmes pero no incómodas. A todo ello hay que una gran ergonomía por parte de los asientos y una alta calidad de los acabados –todos los elementos a la vista presentan buen tacto y ajuste–.
En contra
El precio es alto y gran parte del equipamiento es opcional.Los consumos son algo elevados. Si bien es cierto que la cifra obtenida durante la prueba es bastante razonable –en torno a los 9 litros–, también hay que reconocer que es un gasto de combustible elevado para tener que ser soportado en el día a día. Asimismo, otro detalle que también puede ser criticado en este A5 Sportback es que las ventanillas traseras bajan muy poco, quedándose la mitad de la ventanilla subida en su posición más baja.
Conclusión
Dentro del segmento de las berlinas de diseño coupé y tamaño medio, el Audi A5 Sportback es uno de los modelos más interesantes que existen en la actualidad. Tiene un diseño muy deportivo, es amplio por dentro y tiene un gran maletero, lo que le convierte en un vehículo versátil y, sobre todo, es un coche ideal para viajar en él. Un coupé que supera a sus rivales –el Mercedes Clase C Coupé y del BMW Serie 4 Gran Coupé– en aspectos como refinamiento y elevado confort de marcha. ¡Recomendable!
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