Corea del Norte advirtió este martes que su Ejército está preparado para una guerra como respuesta a las maniobras militares que realizarán conjuntamente Corea del Sur y EEUU la próxima semana en la península coreana. 

Las fuerzas militares norcoreanas están "en plena preparación para movilizar sus combatientes ante cualquier provocación enemiga que afecte la seguridad de la nación", afirma el diario oficial norcoreano Minju Joson, citado por la agencia surcoreana Yonhap. 

Añade que estas maniobras son una "grave amenaza militar" destinadas a provocar un nuevo conflicto armado en la península, que se encuentra técnicamente en guerra desde que en 1953 se firmará un armisticio y no un tratado de paz para poner fin a tres años de enfrentamiento. 

Las maniobras conjuntas denominadas Key Resolve y Foal Eagle tendrán lugar entre el 9 y 20 de marzo como parte de los ejercicios que militares de Corea del Sur y Estados Unidos celebran cada año. 

En esta ocasión, EEUU tiene previsto movilizar 26.000 de sus 28.500 efectivos desplegados en Corea del Sur y un portaaviones de propulsión nuclear para probar su capacidad de acción ante una eventual invasión por parte de Corea del Norte. 

Ayer, durante una reunión militar celebrada en la zona desmilitarizada de Panmunjom, Corea del Norte exigió al comando de la ONU liderado por EEUU que suspenda estas maniobras conjuntas, al alegar que aumentan aún más la tensión ya generada en la península. 

La de ayer fue la primera reunión militar entre las dos partes en seis años y medio, y se realizó a iniciativa norcoreana con el fin de rebajar la tensión en la frontera que separa las dos Coreas. 

Según un funcionario surcoreano no identificado, citado hoy por Yonhap, Corea del Norte y el comando de la ONU celebrarán nuevas conversaciones mañana y el próximo viernes. 

La península coreana vive bajo una escalada tensión abierta en las últimas semanas desde que Pyongyang anuló todos los acuerdos de no confrontación política y militar con su vecino del Sur en protesta por la política del Gobierno conservador de Seúl. 

Además, el régimen de Pyongyang admitió la semana pasada que prepara el lanzamiento de un satélite de comunicaciones y que, según los servicios secretos surcoreanos, en realidad se trata de un misil de largo alcance Taepodong-2.