Es todo un lujo poder tener en una ciudad como Almería un espacio como el Local 12. No es una galería de arte, es un espacio de encuentro para artistas, aficionados y amigos. Y así fue la noche de la inauguración, más de cien personas se dieron cita en un local en los bajos de la esquina de Gregorio Marañón con Altamira, frente al quiosco de prensa.

Pero lo nuevo fue la diversidad de los visitantes, desde profesores de Historia del Arte como May Durán, grandes del entorno artístico como Pérez Siquier, entre otros, y alumnos y alumnas de la Escuela de Artes. El local está abierto a todos, es un taller de artista, donde trabaja Enrique Demetrio que, junto a Pablo Blanes, han decidido compartir con otros, sabedores de la falta de posibilidades, no para exponer, sino para que los creadores, artistas y aficionados tengan un foro, independiente, esta es la clave, donde conocer el trabajo de otros y donde compartir inquietudes.

El Local 12 se abrió con una muestra de los artistas del grupo A4, al que pertenecen Demetrio y Blanes junto con, Rodrigo Valero, Antonio Llanas y Lucas Gómez. Demetrio muestra su obra y presenta una nueva línea en su trabajo, sobre plástico de invernadero como soporte, una crítica creativa y social de la cultura de nuestra agricultura.

Lucas muestra un marco digital con retratos, Valero sus fotografías caleidoscópicas, esta vez con el Cargadero de Mineral como modelo, Llanas sus armoniosas abstracciones en un formato un poco más pequeño pero con la sonoridad y el virtuosismo que le caracterizan.

Y para que la variedad no fuera solo entre los visitantes y que la muestra fuera realmente rica, se completa con las miniaturas en barro de Blanes, pequeñas historias oníricas llenas de personajes imposibles y de color que te atrapan en el detalle.

Y como de lo que se trataba era de mostrar y crear espacio para compartir, durante toda la noche se estuvo proyectando una amplia muestra de las obras del grupo, en el exterior del local, en el amplio pasillo, lo que permitía participar de la fiesta a todos los que no podían entrar en el local por falta de espacio.