Cultura

Los Albaricoques recuerdan los 50 años de 'La muerte tenía un precio'

  • Un grupo de especialistas recrearon dos escenas de la película de Leone rodada en 1965 Muchísimo público en la recreación del duelo final de la cinta en la era de la barriada de Níjar

La barriada nijareña de Los Albaricoques recordó ayer el rodaje de la película La muerte tenia un precio de Sergio Leone cuando se cumplen 50 años de su grabación. Seguidores del western, aficionados y curiosos, así como los vecinos de la zona quisieron recordar la figura del cineasta italiano con Locos por el Espagueti Western, un evento en el que varios actores de acción representaron en la era de Los Albaricoques, en Níjar, la escena final de La Muerte tenía un precio.

Caballos, especialistas de Tabernas, vecinos del pueblo, incluso abuelos que ya participaron en el rodaje del año 1965, estuvieron en la calle Lee Van Cleef donde se sucede la escena de las manzanas y luego se pasó a la era, inmortalizada en la película del cineasta italiano.

Uno de los momentos clave de esta representación, puesta en marcha por la Asociación Cultural Cabo de Gata-Níjar en colaboración del Ayuntamiento de Níjar, fue el gran duelo final en la era entre Lee Van Cleef, Clint Eastwood y Gian María Volonté.

El coordinador de la actividad fue Plácido Martínez y contó con Rubén Rodríguez (Clint Eastwood), Domingo Beltrán (Lee Van Cleef) y Jesús López (Gian María Volonte) junto a otros actores de acción como Paul Vega.

Destacar durante la celebración de este homenaje la presencia de la concejala de Cultura, Yolanda Lozano junto al concejal de Turismo, Alexis Pineda. También estuvo el concejal de Hacienda, David Lozano.

El público recordó con mucha emoción la época gloriosa del cine en Almería con Sergio Leone como protagonista. Fue un acto muy emotivo porque Leone descubrió Almería para el cine del oeste. Por eso, en la era de Los Albaricoques había un cartel ayer donde se podía leer: 'Gracias amigo Leone'. Muchos extranjeros quedaron maravillados de conocer in situ algunos rincones ya inmortales gracias a la película La muerte tenía un precio.

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