Después de su experiencia en el mundo crápula y canalla de The Hole, Álex O'Dogherty ha visto con sus propios ojos las infinitas fórmulas del amor. Esto, unido a su capacidad de inventiva, de la que dio fe en numerosos monólogos, canciones y proyectos, hacen de El amor es pa ná un auténtico tratado sobre el sentimiento más universal. Una obra de teatro que el viernes llenó el Teatro Apolo de público y risas.

Acompañado del pianista Jesús Lavilla como camarero y confidente, a veces sincero 'de más', Álex O'Dogherty (él no, su personaje, como aclaraba cada cierto tiempo) analizó en primera persona los avatares de la persona que, pese a ponerle ganas, no ha logrado encontrar el amor de su vida. Y, como apostilla y mantra negativo, el "te vas a quedar solo toda tu puta vida", que le dijo su última novia.

Durante dos horas sin descanso alguno, el polifacético artista de San Fernando, demostró un absoluto control escénico, pasando de la canción, todas ellas de profundo sabor rockero, al monólogo, del drama al humor con retranca, del memorizado guión a la improvisación provocada por las respuestas del público, que también tuvo un papel destacado al confesar los nombres cariñosos que dan a sus parejas o gritando a viva voz aquello que nunca le han dicho a una persona importante para cada uno de ellos.

Es precisamente ese momento catártico el que cierra el sentido de una obra inconclusa, pues O'Dogherty (él no, su personaje) deja abierto el camino intravenoso para que cada cual marque el destino que le haga más feliz. No se le puede pedir más al teatro.

La trayectoria de Álex O'Dogherty se ha desarrollado en el teatro, el cine, la televisión y la música. Sin duda, un artista muy polifacético.