Cultura

Ana Alcaide y su viola de teclas conectan con el público en el Patio de los Naranjos

  • El concierto de inspiración sefardí del Festival 'Alamar 2015' llenó el recinto bajo la Alcazaba con ritmos de otras culturas, países y épocas

"Esta noche quiero invitaros a un viaje imaginario, un viaje que nos obligue a descubrir la esencia de nosotros mismos", decía el jueves Ana Alcaide en el tercer concierto de Alamar 2015. Y la cantante y compositora no solo llevo de la mano al público hasta Toledo, ciudad a la que ha puesto banda sonora y que supone su máxima inspiración, sino que trasladó a Almería a distintos rincones del mundo a través de sus melodías.

El Patio de los Naranjos fue testigo de un repaso por la historia de los sefardíes a través de la fusión de música tradicional de este pueblo y castellana con ritmos de otros puntos del planeta. Acompañada por su viola de teclas, o nyckelharpa, y los diferentes instrumentos de otros tres músicos, Ana Alcaide no solo hizo viajar, sino soñar con antiguas leyendas, al público de Alamar.

Entre olor a azahar y aleteo de abanicos, la artista subió al escenario y comenzó su concierto con una intro trovadoresca en solitario. A continuación, se le unieron tres músicos que añadieron al repertorio los sonidos de buzuki, pandereta, castañuelas, laúd medieval, clarinete. Cambiando constantemente de instrumentos y registro, la dulce voz de Ana Alcaide fue intercalando piezas instrumentales con canciones en español y en ladino que desgranaban antiguas historias, como la del Pozo Amargo, muy popular en la tradición toledana.

Una melodía griega que se convirtió en un baile corrido típico de Castilla dio paso a dos canciones con marcado carácter nostálgico. Cómo la luna y el sol narró el destierro de los sefardíes que, como los astros, no llegan a encontrase nunca con su tierra, y La esposa Selkie, de lo que será el próximo disco de la autora, contó la historia de una mujer foca que vuelve al mar y abandona a su hijo, pues ese es su trágico destino.

Con la cálida voz de otros tiempos de Ana Alcaide, la atmósfera del Patio de los Naranjos fue dulcificándose en estos temas, para arrancar después palmas entre el público en el Pasacalles Sefardí, al que siguió Luna Sefardita una polka sueca que se convirtió en una seguidilla castellana y finalmente sus dos últimas canciones, La cántiga del fuego con música tradicional y letra sobre el incendio de Tesalónica, y una marcha nupcial con ritmos búlgaros.

Por otra parte, destacar el concierto del grupo Almenara en el Patio de los Naranjos el pasado miércoles. En un marco incomparable, los músicos de Almenara recorrieron en dieciocho canciones y con su fuerza interpretativa habitual los distintos estilos del folclore sudamericano, así como el bolero y otras músicas europeas.

Músicas de países como Cuba, Argentina, Perú, Puerto Rico o México, engarzadas con pop europeo de los años 50 y 60 o bandas sonoras de películas como La vida es bella, para terminar la actuación con la conocidísima Quisiera ser del Dúo Dinámico, que desde el Grupo quisieron dedicar a sus mejores fans, sus familiares.

Durante casi dos horas de concierto, el público acompañó con las palmas, cantó al son de las melodías de Almenara y disfrutó enormemente de una velada de por sí calurosa, pero aún más caldeada por la energía y la vitalidad de esta formación musical.

Treinta músicos sobre el escenario del Patio de los Naranjos que hicieron en definitiva las delicias de las más de quinientas personas que se congregaron para escuchar a una formación que se define "de Almería y para Almería". Entre dicho público se pudo ver una gran variedad de edades, cumpliéndose lo que el Grupo anuncia: música intemporal, que divierte a mayores y jóvenes.

En apenas año y medio de existencia y siempre desde su condición de grupo amateur, Almenara se atisba como un referente de la música popular iberoamericana hecha en y desde Almería. Su gran dinamismo y constante evolución dan como fruto una puesta en escena espectacular, un sonido dulce y evocador.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios