Cultura

El Ciego del Rapper: "No hay trabajo sin esfuerzo, ni premio sin constancia"

  • El rapero Raúl Martínez, que hace diez años se quedó ciego, participa esta noche en el Taco Day Festival que se celebra en Senés

El rapero almeriense Raúl Martínez, conocido como El ciego del Rapper, actúa esta noche a las 21 horas en el Taco Day Festival que se celebra en la Plaza Felipe VI de Senés junto a los grupos como Fumangie, Jenna Suffers, Julian Ross y Sr. Palote Dj.

Recientemente obtuvo el primer premio en la modalidad individual del VI Concurso Musical ONCE Andalucía por su rap Siempre lo mismo, compuesta por él, donde hace un repaso crítico a ritmo de rap a las dificultades de las barreras que tienen que sortear las personas ciegas en su día a día en sus ciudades.

Martínez ha estado vinculado a la música negra desde pequeño. Se le da bien la improvisación, asegura, consciente de que "no hay trabajo sin esfuerzo, ni premio sin constancia". "Poco a poco haciendo mis temas, voy sintiéndome bien con lo que hago y veo que gusta", asegura.

Nació en Almería hace 36 años y asegura que tiene el graduado escolar. "Lo tengo aunque no vale para nada". Luego estuvo trabajando en la construcción y también en una empresa de piscinas. "He repartido publicidad y he trabajado en los almacenes" afirma.

Proviene de una familia humilde, donde antes no hubo ningún artista. Se quedó ciego hace diez años, con 26 años, a consecuencia de una diabetes que padece desde que tenía 8 años, y esa situación le empujó más a la música y a la composición.

"He pasado mucho y llevo una lucha muy grande desde hace diez años que no va a parar hasta que me muera", considera. "Nada más quedarme ciego todo eran interrogantes. ¿Qué va a ser de mi vida ahora? ¿Qué futuro me espera'. Eran las preguntas que me hacía. Me afilié a la ONCE y gracias a ellos realmente me han dado mucha libertad y autonomía para moverme con mi bastón", apunta el rapero.

"Me he comprado una casa en el barrio de la Plaza de Toros y allí me lo hago todo. Soy autosuficiente", explica Raúl que se siente una persona muy ilusionada. "Como no nací ciego, tengo una gran memoria fotográfica, y cuando una zona no la conozco primero hago un reconocimiento para evitar los obstáculos. Cuando me pongo a cortar una cebolla, como yo la he cortado viendo, ahora lo hago como si la viera, porque mi cerebro lo recuerda", sostiene.

"Cada día es mi lucha pero también es distinta", apunta Raúl Martínez. "Intento expresar lo que soy, no hago música para nada más, pero todo lo que hago lo compongo para expresar lo que somos y pensamos sobre la manera de vivir y para compartirlo con la gente", explica.

"El rap se podría equiparar a un trovero, pero siempre con mucho ritmo. Me gusta mucho improvisar. En el rap es tan importante la musicalidad como la letra", dice. En la actualidad participa en los talleres de Informática que organiza la ONCE y en el grupo de apoyo mutuo en el que afiliados de distinta antigüedad comparten sus experiencias. "Fue un cambio radical -admite. De ver a no ver fue un paso muy radical. A mi me ha costado mi tiempo de adaptación".

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