Cultura

Gary Moore hipnotiza a Almería con su blues más desgarrador y eléctrico

  • El guitarrista irlandés, leyenda viva del rock, se metió en el bolsillo a los mil espectadores que llenaron el Auditorio Maestro Padilla · Esta ha sido una de las tres únicas actuaciones de su gira por España

El área de Cultura del Ayuntamiento de Almería mantiene su apuesta por músicos de reconocido prestigio a nivel mundial y en la noche del jueves fue el turno del mítico guitarrista irlandés Gary Moore, uno de los más reconocidos del mundo. Moore, con más de 30 años de trayectoria profesional, ha evolucionado de los sonidos más rockeros con los que se inició a un blues más íntimo y meláncolico, aunque algo de su etapa en el Hard Rock queda.

Gary Moore regresaba a España después de muchos años y Almería era una de las tres ciudades privilegiadas en las que actuaría, con lo que el Auditorio Maestro Padilla registraba una excelente entrada, con mil personas que casi llenaban sus butacas. El guitarrista irlandés, acompañado por Bryan Downey, ex de Thin Lizzy, a la batería, Vic Martin al órgano Hammond y piano, y Pete Reesse al bajo, saltaba al escenario almeriense con unos veinte minutos de retraso.

Ya desde el primer tema, Oh Pretty Woman, íbamos a comprobar lo que iba a ser el concierto durante toda la noche. El sonido no sería muy bueno, ya que la guitarra del irlandés , ensombrecería al resto de instrumentos del grupo e incluso a las voces. Pero eso poco importaba, los veloces punteos y riffs de Moore dejaban boquiabiertos a sus seguidores, a los que se metió en el bolsillo desde ese instante.

El guitarrista iría cambiando de guitarra en cada canción (usó hasta seis distintas), para ir desgranando algunas canciones de su último disco, Close As You Get y de la época posterior al Still Got The Blues, editado en 1990, y que vendió cuatro millones de copias.

El clásico de otro maestro del blues como John Mayall, Have you Heard, Mojo Boogie, Thirty Days, I love you more than you´ll ever know o All your love, serían algunos de los temas escogidos por el genial guitarrista británico antes de llegar al momento álgido de la noche, cuando tocó el clásico de Thin Lizzy Don't Believe A Word, donde la primera mitad fue tocada en estilo blues, para luego pasarse al estilo rockero.

A esta le seguiría un clásico imprescindible, Still Got the Blues, muy celebrada por el respetable que acudió a la cita en el Maestro Padilla. Tras una hora y media de concierto, el guitarrista irlandés se marcharía a los camerinos bajo los aplausos y cánticos del público, que hicieron que el cuarteto regresara a la escena acompañados por el hijo de Moore a la guitarra rítmica para tocar Walking by myself. Moore pidió la ayuda de los espectadores para cantar y aplaudir durante la canción y la comunión entre músico y público fue total.

Tras esta canción, el guitarrista desaparece de nuevo del escenario. Parecía el final del concierto en Almería, pero Gary Moore tenía una agradable sorpresa para la ciudad de Almería, ya que regresaría por última vez para tocar un tema inédito en esta gira, Parissienne Walkways, que no tocó ni en Alemania ni en el concierto que concedió dos días antes en la localidad murciana de San Javier.

El músico irlandés se permitió el lujo de cortar en seco en esta última canción, buscando la ovación de un público que no dudó en dársela, para finalizar de forma totalmente improvisada, ya que la canción, y el concierto, finalizaría tras un gesto del líder Moore al resto de la banda. El público almeriense, como no podía ser de otra manera, lo despidió entre aplausos, agradeciendo el espectáculo vivido, a pesar de esos pequeños problemas de sonido. Almería se convirtió, por espacio de 110 minutos, en la capital mundial del blues y sigue acumulando un gran repertorio de grandes músicos que están visitando la ciudad en los últimos años.

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