El Festival Internacional de magia de Roquetas de Mar tuvo el sábado un colofón impresionante con la magnífica actuación de Jorge Blass. El público que disfrutó con sus números de magia salió impresionado del Teatro Auditorio de Roquetas. Pocas veces se ve a un mago pegar una paloma de papel e inmediatamente después esa paloma de papel convertirse en una paloma de carne y hueso.

Aunque el público siempre fue consciente de que todo es fruto de esa magia, no deja de sorprender y sobre todo de dejarlos con la boca abierta, como ocurrió con los niños de Kenia cuando Blass con el grupo Abracadabra los visitó y les hizo juegos de magia. Público de todas las edades no daban muchas veces crédito a los que estaban viendo.

Las 700 personas que se dieron cita el sábado para ver a este genial mago también interactuaron con Blass, de hecho, sacó al escenario a varias personas, entre ellas varios niños para los distintos números de magia. El número central de todo el espectáculo vino marcado porque Blass puso un sobre con una fecha, la del espectáculo, y un texto escrito, donde explicaba lo que iba a ocurrir a lo largo de la noche. Al final del show, se abrió el sobre tras sacarlo de una urna cerrada, que no había tocado nadie, y todos comprobaron que había acertado en todo.

Otro de los momentos cumbre de la noche estuvo cuando Blass mostró un bloc con el dibujo de una bola de billar. En segundos, saltó del bloc una bola de billar auténtica, luego abrió el bloc y había desaparecido el dibujo. Algo increíble para la vista del ser humano, que a menudo que iba transcurriendo la noche, más iba a sorprendiendo a todos. El final del espectáculo con confeti que llovía del cielo, y que parecía nieve.

Jorge Blass demostró en Roquetas porque está considerado uno de los mejores magos del mundo en este momento. Hizo números de ilusionismo fascinantes, así como otros números de cartas donde sorprendió a todos. Fue casi hora y media muy intensa, con un mago fantástico.