Cultura

El Museo Ibáñez incorpora a su colección una obra de Ignacio Pinazo

  • La obra que procede de una colección particular madrileña fue adquirida en subasta publica por Andrés García Ibáñez

La obra de Pinazo podrá verse próximamente en el Museo Doña Pakyta en la actividad 'La obra invitada'.

La obra de Pinazo podrá verse próximamente en el Museo Doña Pakyta en la actividad 'La obra invitada'. / diario de Almería

El Museo Ibáñez de Olula del Río acaba de incorporar a su colección permanente otra obra de singular importancia. Se trata de un óleo sobre lienzo de 47 x70 centímetros del insigne pintor español Ignacio Pinazo Camarlench (Valencia, 1849-Godella, 1916), uno de los autores más relevantes de la segunda mitad del siglo XIX y principios del XX, cima de la denominada escuela valenciana de pintura, junto a Sorolla y Muñoz Degraín.

Precisamente estos días, durante todo el verano, se celebra una excepcional exposición temporal en el Museo de Arte de Almería, Espacio 2, sobre la obra de Pinazo, producida por la Fundación de Arte Ibáñez Cosentino y comisariada por Javier Pérez Rojas, máximo experto en la obra pinaziana y director de la cátedra de estudios del IVAM que lleva el nombre del pintor.

La obra que ahora se incorpora a la colección del museo Ibáñez, procedente de una colección particular madrileña y adquirida en subasta pública por Andrés García Ibáñez , es un estudio de tres retratos masculinos de perfil, excepcional dentro de la producción de pintor valenciano.

Se trata de un óleo de magistral técnica, de rico y jugoso colorido y de un prodigioso naturalismo que anticipa a Sorolla. La pincelada, de estirpe velazqueña, tiene un valor plástico indudable y expresa con una asombrosa economía de medios las calidades de la piel y los cabellos. Otras zonas de la pintura se resuelven con una dicción sorprendentemente moderna, que anticipa soluciones informalistas de la pintura contemporánea.

El cuadro está firmado y fechado en 1888 y representa, con toda probabilidad, a tres personajes cercanos al artista. Es posible que cada retrato sea un estudio preparatorio para alguna composición mayor no materializada. Por su técnica y estilo hay que relacionarlo con obras precedentes como Los últimos momentos de Jaime I del Museo del Prado, pintada en 1881, siete años antes.

La autenticidad del cuadro ha sido ratificada por el experto en Pinazo, Pérez Rojas, quien ha reconocido la excepcional calidad de la pieza y su singularidad, por tratarse se retratos de estricto perfil, totalmente infrecuentes en la obra del gran pintor valenciano.

Esta valiosa obra podrá verse próximamente en Almería, pues viajará al museo de Arte de Almería, Casa de Doña Pakyta, dentro de la actividad "La obra invitada", donde se presentará por primera vez al público.

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