Raphael llenó una vez más el Auditorio Maestro Padilla de entusiasmados seguidores, que disfrutaron de un extenso concierto donde el artista interpretó más de treinta temas, entre los que se mezclaron sus grandes clásicos con las nuevas composiciones de su disco Cerca de ti. Acompañado por la también brillante interpretación al piano de Juan Cuacci, Raphael levantó de sus asientos en varias ocasiones al público que asistió anoche, sábado, al Auditorio Maestro Padilla.

Primero con un traje negro, corbata, y camisa blanca, y después, más informal, con camisa negra por fuera, pero siempre elegante, Raphael llenó el escenario con todas las armas que le han convertido en uno de los grandes artistas de la música española: Gran gestualidad, potente voz, que demostró con solos sin micrófono, sus irrepetibles poses, y su facilidad para relacionarse con el público, especialmente las mujeres, han hecho que este cantante esté de moda década tras década y así los dos niveles del Auditorio estuvieron cubiertos de aficionados. La puesta en escena fue sobria, pero cuidada. Dos micrófonos en los laterales, con su correspondiente taburete, para cambiar los planos de la interpretación, el piano en el centro y diferentes herramientas para el atrezzo, apoyaron al rico repertorio que dispone Raphael.

Ahí no faltaron temas de su querido compositor Manuel Alejandro, y también los nuevos temas creados por el moderno Enrique Bunbury. Como vaticinó previamente al recital, "voy a cantar con total libertad, sin estar atado a ningún instrumento, sólo sobre el escenario junto a la complicidad de un piano", aseguró.