Cultura

Rocío Márquez fascina con su cante exquisito en la Plaza de la Catedral

  • También actuaron los bailaores Julio Ruiz y Rocío Garrido y el taller de Olga Pericet

Actuación memorable de Rocío Márquez el pasado domingo en el Festival de Flamenco.

Actuación memorable de Rocío Márquez el pasado domingo en el Festival de Flamenco. / Javier Alonso

El Festival de Flamenco y Danza de Almería, además de contar con grandes nombres populares en cada una de sus ediciones, siempre ha tenido abierta la puerta a dar cabida a jóvenes valores con gran proyección de futuro. Fue el caso del domingo, con un cartel que reunió a la cantaora onubense Rocío Márquez, en un constante crecimiento de popularidad, los bailaores almerienses Julio Ruiz y Rocío Garrido y las alumnas del taller coreográfico de Olga Pericet.

Fue Rocío Márquez la primera en salir a escena, acompañada por Manuel Herrera al toque y Diego Montoya y El Tate a las palmas. La cantaora confirmó en la primera estrofa del cante de ida y vuelta con el que arrancó que, pese a la heterodoxia de sus últimos discos (El Niño y Firmamento), es una experta conocedora del cante canónico tal y como demostró con temple y virtuosismo a lo largo de su recital, como unos tangos extremeños, una petenera de la Niña de los Peines o varios recuerdos a su admirado Pepe Marchena, como las de la milongaÉpoca del Cometa. Hay que destacar que la cantaora presentará esta semana su tesis doctoral sobre la técnica vocal flamenca.

Con una concepción más dinámica de los cantes, Márquez continuó su hora de actuación dando paso a unas bulerías, a las dolientes seguiriyas de Firmamento y, cómo olvidar su tierra, con unos fandangos de Huelva y naturales que concluyó sin micrófono al borde del escenario con A querer y perdonar de Julián Estrada, haciendo gala de una respiración infinita y un quejío abrumador en potencia, afinación y duración, dejando un poso para la historia del Festival. La ovación en pie estaba garantizada, tal y como sucedió.

Tras el excelente sabor de boca que dejó en el público asistente, fue el turno del taller coreográfico de Olga Pericet, que combinó las seguiriyas con los jaleos extremeños.

Un ejercicio coral que tuvo continuidad con el baile de Julio Ruiz y Rocío Garrido, por bulerías el primero, siempre pasional y solemne, y por alegrías la segunda, con dominio de la bata de cola y el mantón, con el cante de Cristo Heredia, Edu García y Antonio El Genial y el toque de Francis Hernández.

Tras el primer fin de semana de grandes recitales en la Plaza de la Catedral y a la espera de que llegue el segundo, con Mayte Martín, Antonio Reyes y Eduardo Guerrero el viernes 21 y Vicente Amigo, que contará con el cante de Pedro El Granaíno, el sábado 22, el Festival de Flamenco y Danza continuará también durante la semana con más actividades complementarias.

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