La compañía teatral Strafalarium ya lo tiene todo preparado para levantar el telón en el Teatro Apolo de la capital. Tanto los amantes como los aficionados al teatro están de suerte, puesto que, el próximo día 1 de febrero, a partir de las nueve de la noche, podrán degustar de Uvas para tres; el último trabajo que ha emprendido Pilar Barberá con la compañía teatral Strafalarium.

Cabe recordar que dicha compañía estrenó 'Uva para tres' en la Escuela de Música El Parador de Roquetas de Mar. La obra ofreció a un centenar de espectadores un universo particular donde el diálogo y la caracterización de sus cuatro personajes -aunque en realidad solo son tres actores- atraparon la atención, durante dos horas, de un público totalmente entregado. Sin dudas, 'Uva para tres' es una historia que hipnotiza a medida que aparecen sus personajes y avanza la acción.

A través de esta curiosa e interesante historia, el público tendrá la gran oportunidad de sumergirse en los sentimientos, emociones y pensamientos de sus cuatro personajes. Fran (Bernardo J. López Acuyo) es un chico rescatado de la droga y de los portales; mientras que Alicia (Yolanda Cruz) es una prostituta de lujo y Carmen (Pilar Barberá) es una escritora arruinada, después del fracaso de su última obra literaria. Además está Juan Francisco que es el rebelde y escurridizo hijo de Carmen.

La historia se desarrolla durante una Nochevieja; los cuatro personajes se reúnen, pero solo hay 'Uva para tres'. Sus vidas cambiarán de una manera inesperada al ritmo de las doce campanadas, sin duda, el factor 'sorpresa' será una de las piezas claves que moverá los hilos de esta historia teatral.

Por otra parte, cabe destacar que una parte importante de la escenografía se basa en los colores destinados a la ornamentación de la casa de Alicia. Este elemento es muy importante para apoyar la esencia del personaje y, para ello, se ha contado con la colaboración inestimable de María Ángeles Navajas; una pintora alicantina que ha cedido parte de su colección de geometría cromática. "Las diferentes historias empiezan a brotar, a partir de todas las partículas en suspensión, conforme se van posando en unos u otros lugares de mi cabeza. En esta ocasión, una y otra vez, aparecen cuatro personajes, aunque solo tengo tres actores, dice Barberá.