La cantante y compositora malagueña Vanesa Martín actúa hoy viernes, día 27, en el Auditorio Municipal Maestro Padilla, un concierto que se enmarca dentro del programa del Invierno Cultural puesto en marcha por el Área de Cultura y que ha levantado tanta expectación que las entradas están agotadas desde hace más una semana.

La artista llega a Almería con la gira de presentación de su último álbum Crónica de un baile. Se trata de su cuarta referencia y, con ella, ha terminado de dar el gran salto hacia la popularidad con canciones que conjugan la accesibilidad de las melodías pegadizas con los textos emotivos y personales que viene trabajando desde su infancia.

Vanesa Martín ha publicado cuatro discos en apenas ocho años, lo que le ha llevado a una escala progresiva en cuanto a respeto del público y también en la camaradería de sus compañeros, escribiendo para muchos y compartiendo escenario con referentes consagrados del pop como Alejandro Sanz, Pablo Alborán, Manuel Carrasco, Malú, Pastora Soler o La Mari de Chambao, entre otros.

Su debut discográfico se produjo en 2006 con Agua, un disco que contó con la producción de Carlos Jean y con el que cosechó buenas críticas. Con Trampas, publicado en 2009, logró entrar ya en las listas de discos más vendidos. Un segundo disco que fue producido por el italiano Bob Benezzo, habitual de Alejandro Sanz, y con el que recibió el Premio Dial 2009 que Cadena Dial otorga a los mejores artistas nacionales del año. La consagración definitiva llegó en 2012, con su tercera entrega, Cuestión de Piel, como demuestra su entrada al número tres en ventas físicas y el número en iTunes en la primera semana.

Con la presión del éxito, Vanesa Martín decidió 'aislarse' de nuevo para componer Crónica de un baile. Esa mirada interior y búsqueda de los orígenes provocaron un disco de doce canciones, con textos muchos más profundos y cercanos, tan intuitivos como viscerales. Un trabajo por el que ya ha recibido su primer Disco de Oro. Las canciones para este disco fueron compuestas con piano, aunque la producción final de David Santisteban confiere al álbum la dosis de guitarras necesaria, acercándolo a la canción de autor americana.