En Alhama lo conocen como Manuel el pescaero. Acaba de cumplir 58 años de edad y lleva una vida intensa de trabajo. En los últimos cinco años, Manuel Martínez Roca se ha dedicado a varias fincas que tiene y de ahí salen las naranjas y las mandarinas que todos los días recoge para luego con su furgoneta ir vendiéndolas.

Sin embargo, su vida ha dado un pequeño cambio en las ultimas semanas, ya que ha sido la persona elegida por el cineasta Manuel Martín Cuenca para que interpretara el papel de Miguel en la película La mitad de Oscar que rueda estos días en distintos parajes de la provincia de Almería.

Manuel fue hace años camionero pero luego decidió vender los camiones y comprar la tierra. "Siempre hemos tenido tierra, pero ahora me dedico a ella plenamente", cuenta este hombre de aspecto bonachón, inteligente y que sabe muy bien lo que quiere.

Es un hombre muy familiar que vive en una casa donde las fotografías de sus hijos se agolpan en las paredes. El cine es algo nuevo para Manuel, pero que tiene claro que después de la experiencia con Martín Cuenca, volvería a repetir.

Jamas podía pensar que fuese a hacer un papel protagonista en una película. "Mi sobrina Alba me comentó varias veces que iban a hacer un casting en el pueblo, porque se iba a rodar una película. Al final, me animé y dije, voy a ver si es una película del oeste y asi alquilo tres caballos que tengo. Fui con un cuñado mío y nos encontramos una cola de hombres. Fuimos pasando uno a uno y mantuvimos una entrevista con Mamen Carrascal, la directora del casting", comenta sentado en su mesa, donde hay un brasero en el salón de su casa.

"Cuando estaba haciendo la entrevista pregunté a Carrascal sobre el tema de la película y me dijo que era de amor. Yo pensé en salirme porque yo estoy casado y no tengo edad para esas cosas", bromea Manuel Martínez. Yo me vine a seguir cogiendo naranjas y mandarinas. Pero me llamaron otra vez para presentarme a una reunión y allí me encontré con otras dos personas y allí conocí a Manuel Martín Cuenca. Allí mismo me dijo de hacer una prueba, que era memorizar un breve texto que es como empieza la película. Lo memoricé y le dije: Hoy te traigo bacalao con tomate, y mañana migas".

La gracia y la naturalidad de Manuel Martínez cautivaron desde ese momento a Martín Cuenca que tuvo claro que había encontrado a la persona que iba a encarnar a Miguel, el gran amigo de Óscar, el protagonista de su película. "Cuando hice la prueba le dije a Manuel que yo no podía seguir perdiendo días de mi trabajo, que no me llamaran que no iba a ir más". Pero parece que yo le había encajado para el personaje de Miguel y fue cuando me llamaron para seguir haciendo pruebas. "Durante varias semanas hemos estado ensayando en mi propia casa. Hasta el actor principal Rodrigo Sáenz de Heredia ha estado aquí en mi casa".

Este hombre dedicado plenamente a la agricultura ha vivido momentos muy intensos durante dos días y medio de rodaje. "Para tomar confianza entre el propio Rodrigo Sáenz y yo ha estado dos o tres días vendiendo naranjas conmigo. Ha pasado más frío. Pero bueno eso ha servido tomar mucha confianza. Ahora me siento de su familia, y tengo que decir que son una gente todos excepcionales, me han tratado de maravilla y si mañana me llamaran de nuevo, con los ojos cerrados volvería".

En el Cabo de Gata es donde ha rodado Manuel Martínez. "Hacia 20 años que no me montaba en una bicicleta. Madre mía. He hecho más kilómetros que Indurain en dos días. Me daba unas palizas de bicicleta en el rodaje, pero me lo he pasado muy bien. Mi mujer y mis hijas me acompañaron para verme como era esta experiencia en el cine. Aunque sigo con mis naranjas, me ha gustado la experiencia. El ultimo día lloré cuando todo el equipo me dio un aplauso y me felicitó".