elsa López. escritora y editora

"Soy solitaria y triste, aunque nadie lo diría pues parezco un animal social y muy alegre"

  • La exdirectora de la Fundación Antonio Gala para Jóvenes Creadores participa esta noche junto a Juan Manuel Gil en el Aula 'Literatura y Mujer' en el Centro de Cultura de Cajamar

Elsa López dirige Ediciones La Palma.

Elsa López dirige Ediciones La Palma. / diario de Almería

Elsa López (Guinea Ecuatorial, 1943). Catedrática, Doctora Cum Laude en Filosofía, miembro de la Real Academia de Córdoba de Ciencias, Bellas Letras y Nobles Artes y Embajadora de Buena Voluntad de la Reserva de La Biosfera Isla de La Palma ante la UNESCO. Presidenta de El Ateneo de La Laguna (2011-2013), en la actualidad dirige Ediciones La Palma. Una escritora poliédrica que ha trabajado en diversos campos de la creación e investigación, obteniendo entre otros premios, el I Premio de Investigación José Pérez Vidal, el Premio Internacional de Poesía Ciudad de Melilla, el Premio Nacional de Poesía José Hierro 2001 y el Premio de Poesía Ciudad de Córdoba Ricardo Molina. En el año 2000, fue nombrada Directora de la Fundación Antonio Gala para Jóvenes Creadores, donde dirigió la beca otorgada al escritor y poeta almeriense Juan Manuel Gil.

-En el año 2000, le confían la Dirección de la Fundación Antonio Gala, ¿Qué supuso ese proyecto?

-Fue un aprendizaje que marcó mi vida. Conocí gente maravillosa; artistas que empezaban y prometían; pintores y músicos que se dejaban la piel para hacer realidad sus sueños; y muchos escritores que me confiaron su trabajo y a los que sigo ayudando a hacerlos realidad y que me compensan el cariño y el interés regalándome premios, buenas críticas y una obra que se va haciendo, poco a poco, universal

-Dirigió la Beca que le concedieron a Juan Manuel Gil, escritor de Almería que en estos últimos años ha dado muchas alegrías a la literatura almeriense. ¿Cuál fue la primera impresión que tuvo al conocer a Juan Manual Gil?

-Me gustó su poesía desde el principio, de hecho lo elegí para entrar en la fundación por la calidad de sus poemas. El fue una de las primeras alegrías que recibí como directora cuando le dieron el Premio de Andalucía Joven de Poesía por su libro Guía inútil de un naufragio.

-De las muchas y entrañables anécdotas vividas en la Fundación, ¿con qué recuerdo se queda de Juan Manuel?

-El suele decir que fue una época muy feliz de su vida. Lo creo. También lo fue para mí. Lo quería mucho. Me gustaba su espíritu libre, su ironía al hablar, su sentido del humor, y su carácter tierno y generoso a la hora de la convivencia.

-Su último libro de poemas "Viaje a la nada", parte de un viaje a Noruega, ¿Cómo influyó su viaje en el libro?

-Ese viaje fue el origen de todo. Un pequeño cuaderno y en él anotaciones de un acontecimiento cualquiera, impresiones, comentarios, se fueron convirtiendo, poco a poco, en un poemario abierto en canal donde pude expresar una serie de emociones surgidas sobre la marcha y relacionadas con lo que estaba viviendo.

-¿Cree que habrá algo después de todo?

-Nada. No creo que haya nada excepto las obras que puedan permanecer. Nos recordarán por ellas y solo por ellas. Lo bueno o lo malo que hayamos construido será lo único que permanecerá de nosotros. Lo demás será borrado de la faz de la tierra. Como todo.

-¿Por qué afronta esa necesidad de despojarle al ser el alma, de vaciarlo, de desvanecerlo?

-No lo pienso. Soy así y así me expreso. Si hay vacío es porque lo tengo en lo más hondo. Soy solitaria y triste aunque nadie lo diría pues parezco un animal social y muy alegre.

-¿Está trabajando en algún nuevo proyecto?

-Siempre tengo nuevos proyectos de trabajo y de vida. No creo que me queden años suficientes para hacer todo lo que me queda por hacer: escribir una novela interminable sobre mi madre en África, un último libro de poemas de amor y ver crecer los últimos árboles frutales que he plantado. Un almendro y un chirimoyo.

Editora, escritora, investigadora. Mujer, a manos llenas, que militó el feminismo y el compromiso social desde el primer instante que tuvo conciencia, sabedora que en este mundo nadie regala nada. Combatiente de la palabra, militante de la paz y el martillo, madre, amiga, Elsa López es una de las escritoras más influyentes del panorama literario. Con una voz personal que ahonda las galerías del alma, contraponiendo al ser humano y el mundo, proyectando sus vivencias a través de los textos más allá de los objetos. Sutil, comprometida, que en su último libro nos habla del asombro del mundo y de cómo el milagro de la vida yace ajado de un hilo, del vacío, del silencio.

Hoy jueves participará en el Aula Literatura y Mujer, junto a Juan Manuel Gil, alumno suyo, al que le dirigió la beca en la Fundación Antonio Gala. El reencuentro tendrá lugar en el salón de actos de Cajamar, en la plaza Barcelona, a las ocho de la tarde, donde maestra y pupilo tendrá la oportunidad de deleitarnos con sus últimos proyectos.

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