El próximo día 18 de marzo se cumplirá el infausto vigésimo quinto año de la muerte de Antonio Molina de Hoces, el portentoso Genio que revolucionó la Copla. Este, cuando era un adolescente diletante de la música, fue llamado Niño de Totalán. Nació en Málaga, el 9 de marzo de 1928, según R.C. Del distrito de Santo Domingo, Tomo 221, Folio 60, Sección 1ª. Este aficionado sería dueño y creador de un particularísimo estilo interpretativo, su voz no es de tenor ni barítono, es muy aguda, atiplar y limpia, con ella recorre varias escalas musicales muy completas. Con su gran personalidad, humanidad, profesionalidad y un duende intransferible y filigranero, creó el Molinismo. Su estilo y métrica musical sorprendió a los grandes compositores, José María Legaza, Perelló, Monreal, etc., y guitarristas, Niño Ricardo, Eduardo Martínez, El Tripas, quien llegó a decir de esta nueva promesa del cante que necesitaba una guitarra con siete cuerdas..."¡Se sale de la prima!".

Antonio Molina fue el rey del falsete, como lo demostró en todas sus grabaciones y, sobre todo, en la película Esa Voz es una Mina, dirigida por Luis Lucía, donde nos deleita con algunos de sus mejores falsetes, produciéndonos una sensación cardíaca. Muchos de ustedes así lo recordarán. Antonio Molina nos dejó un gran legado discográfico y cinematográfico, por lo que todos los aficionados a su estilo ambivalente y cante trémulo, estamos obligados a preservar, divulgar y hacer llegar a las próximas generaciones las principales cualidades de este Divo de la canción, como eran su humanidad, con ese amor filántropo al genero; su personalidad, con una cualidad peculiarmente inteligible y distinta; su profesionalidad, con una creación deleitable para nuestros oídos de trinos y gorjeos.

Antonio tuvo un prematuro declive en su carrera artística, producido por una fibrosis pulmonar, por lo que tuvo que reducir su estilo a un cante más "light" (suave). Antonio fue signo y señal de nuestro folclore, signo convencional y caprichoso, que rompe con la observación de las reglas métricas musicales y señal inequívoca, prodigiosa y necesaria para permanecer inmortal en nuestro folclore.

El miércoles 18 de marzo de 1992, Antonio nos dejó huérfanos para siempre, él, que pasaría a la historia como El Genio que Revolucionó la Copla, escribiéndose miles de páginas de innegable valor artístico-sociológico.

Después de haber vulgarizado algunos de los dones del Maestro, es mi deber, como fan incondicional, hacer llegar a ese lugar místico y glorioso, donde se encuentra, una misiva destino "Estafeta del Cielo", y dice así:

Amigo Antonio:

Creador de un nuevo cante, querido por la inmensa mayoría del pueblo, hace algún tiempo que te fuiste a ese lugar místico y glorioso de eterna felicidad, creado para el hombre y presidido por el Todo Poderoso. A ti, querido Antonio, va dirigida esta carta que, en cuanto salga de mis manos, se transformará en una glosa aseverativa, y un Ángel hemerodromo (correo de ese reino) te lo comunicará.

Mi estado agraz intelectual no me permite expresarme perspicuamente inteligible, en comparación con la inteligencia infinita de ese Reino Empíreo.

Aquí, grupos de seguidores, admiradores, cantantes precipuos de tu métrica musical, y medios informativos, lúgubres, y embargados por tu ausencia, nuestras almas sueñan adunar tu canto y nuestro llanto, en esta fecha nefasta, homenajeándote y transmitiendo a las nuevas generaciones las cualidades y dones que te caracterizaban, que como bandera al viento ondeaste a lo largo y ancho de nuestra España y parte del extranjero.

Tú bien lo sabes querido Antonio, aquí las murmuraciones del hombre son inevitables, empero que ahí las consolaciones de Dios sean reconfortables. Al hombre se le honra y a Dios se le adora, el rezar, leer esta carta y oír tus canciones nos hará que de una manera u otra permanezcas para siempre en nuestra memoria, querido Antonio.

¡Un chercano, molinista de corazón!

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