Análisis

JORGE COLIPE

Regeneración

En algún momento el fútbol ha cobrado vida infectando el juego y corrompiéndolo

¿y qué esperábamos?, ¿Acaso el fútbol se escapa a los mecanismos con los que ha funcionado el poder durante toda la vida?. Claro que no. Siempre desde esta misma tribuna he afirmado sin temor a equivocarme que la administración de los intereses futbolísticos es un tremendo agujero negro donde lo que cae dentro se evapora o se convierte en otra cosa. Es una enorme lavadora donde un jugador puede valer cifras siderales. Al igual que en el arte, al igual que con los caballos, en el fútbol los jugadores cuestan lo que alguien está dispuesto a pagar, y por lo tanto se convierten en tentadores nichos de ilegalidades. Mafiosos, nuevos ricos rusos y poderosos jeques petro dolarizados se reparten la cesta, cuando no, algún niño bien de la alta burguesía catalana. En mi diabólica tesis, el fútbol, el más popular de los deportes, también sirve de tapadera del otro poder, el político, que utiliza el juego como narcotizante general; el nuevo opio de los pueblo al decir de Carlos Marx. Mientras las masas llenen estadios, no piensan en cosas raras. Pero al igual que con los dictadores modernos, estos autócratas quedaron expuestos cuando la sociedad civil comenzó a exigir más democracia. Política y fútbol siempre han ido de la mano. Guerras, terrorismo de Estado, desaparecidos y crisis económicas han sido disimuladas detrás de un grito de gol. Han tenido que ser los malos resultados los que permitieran atreverse a meter mano en esta mafia de guante blanco que campa a sus anchas. La FIFA, la AFA, también la federación español han sido descabezadas aunque no mucho más que eso, ya que hasta el momento quienes continúan son más de lo mismo. El fútbol, como la política, tiene que regenerarse. El fútbol y la política tal vez sean el reflejo de la sociedad en la que vivimos. El fútbol es un instrumento que en algún momento ha cobrado vida infectando el juego y corrompiéndolo. Otro mundo es posible y otro fútbol, también.

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