Hasta hace solamente una semana parecía que un crespón negro se empezaba a descolgar de la fachada del Camp Nou tras su eliminación de Champions y debido a sus pocas opciones de hacerse con el campeonato liguero, viendo el nivel al que estaba el Real Madrid, que sí pasó de ronda en la competición europea. Pero la victoria azulgrana en el Clásico ha cambiado mucho el panorama. Sin duda, un triunfo madridista hubiese acabado con las esperanzas de los de Luis Enrique de, por lo menos, tener opción a alzarse con un doblete esta campaña si logran vencer al Alavés en la final de Copa y dar caza al liderato en Liga. Sin embargo, ahora los barcelonistas están muy vivos, con un subidón de moral considerable tras profanar, nuevamente, el coliseo de un conjunto blanco que es ahora el que tiene la presión encima. Y es que se puede dar el caso de que el equipo de Zidane no ganen su trofeo favorito, la Liga de Campeones, y que para colmo pinchen en la competición local y dejen la Liga en bandeja a su eterno rival, que de darse estas dos circunstancias, si logra además imponerse en la cita copera a los vascos, cerraría la campaña de una forma mucho más positiva de la que se esperaba, mientras que los madridistas se despedirían de la campaña sin llevar ningún título a su extenso armario de palmarés. Sí, puede darse esta situación, pero también otra muy diferente, con un Real Madrid celebrando un doblete épico en Cibeles y un Barça pensando en como levantar cabeza, con o sin Copa, para empezar a funcionar bajo el mando de un nuevo entrenador y preparar la próxima temporada. Pase lo que pase, lo único que está claro es que aún queda mucho por decidirse, que espera una recta final de infarto y que quizás, este año sí, el gran triunfador continental sea el Atlético de Madrid, que ya le va tocando...