El partido frente al Mirandés no es definitivo. Quitémosle dramatismo, porque no lo tiene. Si se gana estarás muy cerca de seguir en Segunda División, pero si no se hace, tampoco habrás perdido la categoría, cosa que sí le puede ocurrir precisamente al Mirandés, ya que caso de que los pupilos de Pablo Alfaro no ganen en Almería, o bien ya no tendrían nada que hacer o poco les faltaría para mantenerse en Segunda División. Es más, ni tan siquiera la victoria les aseguraría la permanencia, pero ojito a este equipo que ya le ha dado el día a tres equipos, como son Córdoba, Elche y Valladolid, los cuales no han sido capaces de derrotar al colista de la competición y candidato número uno a dejar de ser equipo de la LFP. Pero no hay que dramatizar, al menos desde el punto de vista rojiblanco, ya que el calendario aún le brindará la oportunidad de poder conseguir los puntos que necesita con dos jornadas más, o sea, seis puntos más que d sumarlos, rebasaría la cifra de los 50 puntos, cifra que parece suficiente para mantenerse en la LFP, cosa que al equipo burgalés no las va a tener todas consigo, ya que le faltarían puntos y jornadas y el Almeria no tendría ese necesidad imperiosa, como he escuchado durante la semana. Si no se gana, no pasa nada, el equipo seguiría dependiendo de sí mismo para salvarse, aunque eso sí, el margen de error ya sería mínimo, aunque éste no es que lo tenga agotado en estas últimas jornadas, es un margen que ha ido agotando a lo largo de una campaña en la que no olvidemos ha estado casi treinta jornadas en puestos de descenso, y el calendario le va a dar la oportunidad al equipo de maquillar otra temporada más para olvidar y si no que le pregunten a la afición, muy desencantada con un equipo que no ha estado a la altura que se esperaba. De ahí que hay que restarle dramatismo al partido frente al Mirandés. Importante sí, muy importante, pero no decisivo.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios