La UD Almería se juega el ser o no ser en la categoría de plata y casi pasa desapercibido el partido. Los triunfos en casa y la llegada de Ramis han supuesto que el equipo siga vivo en su lucha por la permanencia, y de paso meter en problemas a otros equipos. El Elche sabe lo que se juega, su central Túñez dejó para la posteridad una frase tan antigua como rancia: "Tenemos que ganar por lo civil o por lo criminal". Lo que emana la desesperación que el club ilicitano tiene por conseguir los tres puntos. Los rojiblancos deberán igualar en intensidad si quieren tener opciones de llevarse la victoria. Porque sí, me dirán que un empate es buen resultado fuera de casa, pero yo con tan pocas jornadas a la vista y sabiendo que ganando se sale del descenso tanto tiempo después iría a por los tres puntos sin dudarlo.

Alberto Toril está en el alambre, el propio técnico ha manifestado que no sabe donde va a estar en los próximos días, lo que sí parece evidente es que aunque los ilicitanos han tratado de pasar la presión a su rival, una derrota parece que acabaría con el crédito del míster. Juan Carlos en la portería es un fijo, no atravesó una buena temporada en el Rayo Vallecano pero en Elche lo juega todo. Armando Lozano y Túñez son la pareja de centrales, experimentados pero algo inoperantes en la salida de balón.

El punto débil del equipo en estos momentos es la medular, ya que acumulan muchos futbolistas lesionados en esa posición. La semana pasada Pelayo, que volvía después de un mes sin poder jugar, estuvo acompañado en el centro del campo por Caballero, el cual jugaba su segundo partido en la categoría. En el ataque solo Nino está a la altura. Con sus 12 goles, el almeriense sigue sosteniendo a un equipo con buenas individualidades como Borja Valle o Pablo Hervías pero sin recursos hacia el gol.

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